Investigadores de la Policía correntina y entrerriana allanaron un campo en Garabí, pero el supuesto pirata del asfalto se escabulló. Podría esconderse en alguna zona de Apóstoles.
La persecución policial para atrapar a todos los secuaces de Pajarito Da Rosa, líder de la banda de piratas del asfalto que asolaba la ruta nacional 14 en varias localidades correntinas y el norte entrerriano, dio otro paso favorable durante las últimas horas y secuestró en Garabí, pueblo próximo a Azara, la camioneta de uno de los dos prófugos, un temido delincuente misionero.
El operativo se realizó el martes con veinte efectivos de la Unidad Regional V de la Policía de Corrientes en la localidad mencionada y luego de una serie de datos que apuntaban a la presencia del sospechoso en una de las tantas zonas que conocería como la palma de su mano.
Precisamente el alto grado de audacia y ubicación por la región de este sujeto, le permitió escapar de las patrullas.
No obstante, la orden de la jueza de Instrucción de Santo Tomé, Marina Durand, permitió que se realice un allanamiento encabezado por el comisario Pedro Rolón en conjunto con investigadores de la Policía de Entre Ríos en el casco de un campo y monte. El operativo se inició en plena madrugada y terminó cerca de la noche del martes.
Muy cerca
El hábil delincuente escapó por poco, confiaron las fuentes consultadas por PRIMERA EDICIÓN. Las que también coincidieron en que pudo haberse dirigido hacia Apóstoles donde tendría cobertura, posiblemente suministrada por familiares en esta localidad.
Los pesquisas secuestraron una camioneta con la que se lo identificó al sospechoso y demás pertenencias que prueban su estadía en Garabí.
Este misionero, afincado en Alvear, habría actuado codo a codo con Pajarito Da Rosa, en una serie de asaltos a mano armada no solo a camioneros, también perpetrados a conocidas estancias.
Los golpes incluyeron un enfrentamiento con efectivos de la Policía Federal en diciembre del año pasado en cercanías del Paraje Pirayuí sobre la ruta 14 cuando la banda de malvivientes intentó robar un transporte que regresaba a Posadas.
En cuanto al procedimiento en Garabí, las mismas fuentes resaltaron que el campo donde se ocultó el misionero es propiedad de una familia de apellido Fiorino, pero el que arrienda es un conocido abogado penalista de Santo Tomé que en la actualidad ya no ejercería la profesión.
Algunas fuentes señalaron que ya no tiene matrícula, que se habría jubilado hace poco tiempo.
Por ello la investigación buscará ampliarse y determinar qué supuesto rol cumplía o cumple el letrado en cuestión, ante la presunción de haber otorgado protección al delincuente buscado.
Discussion about this post