Maley Heck y su cuñado, Ariel Ynsfran, partieron desde Wanda y ya recorrieron parte de la Patagonia Argentina.Lanzarse a la aventura de recorrer rutas y poblados es la mejor forma de sumergirse en la idiosincrasia de un país. A Maley Heck su profesión, es camionero, le permitió andar gran parte de Argentina, sin embargo entendió que no era suficiente y eligió las dos ruedas para, junto a un compañero de aventuras, recorrer su tierra de norte a sur.
El acercarse a los cuarenta años sin duda significó un punto a favor al momento de tomar la decisión de abrazar a una Argentina que admira, que ama y que a veces le duele, como describió su hermana Nancy, que también fue parte de los preparativos, junto a su esposa, sus hijos, sus padres y amigos.
Desde la Patagonia, con cuatro días de viaje sobre sus hombros, Maley confió a PRIMERA EDICIÓN que tengo el espíritu viajero de mi padre y charlando con mi cuñado, Ariel Ynsfran, un domingo nos dijimos que nos faltaba una aventura. Coincidieron en que ambos gustan de las dos ruedas y nos pusimos fechas para los preparativos, añadió.
El pasado 6 de enero los encontró con todo listo para recorrer la Patagonia en moto, él con una Yamaha YBR 125 y su compañero con una CG Titan 150; algo casi imposible, pero lo estamos haciendo, yo apoyado por mi señora, Gabriela Ynsfran, que me dio todas las ganas para que esto salga, la verdad que hay lugares extremadamente preciosos en Argentina, que te hacen sentir vivo, y gente muy buena en la ruta, remarcó el aventurero.
Y reconoció que teníamos las motos, solo les hicimos unos ajustes, pusimos bauleras, alforjas, cargamos una carpa, colchonetas, térmicos y ruedas de auxilio. Fueron dos meses de preparativos, de estar súper ansiosos por salir, porque el mundo es grande y merece recorrerse.
E hizo hincapié en que tenemos amigo prácticamente en cada provincia y vamos quedando en cada lugar donde nos invitan. Estar moviéndome es lo que más me gusta, rodar, hoy acá y mañana allá, es algo que llevo en la sangre por parte de mi viejo.
Aún es largo el camino, serán unos 9 mil kilómetros los que recorrerán, pero ya nos hicimos un montón de amigos, hay gente que tiene nuestra misma pasión, reconoció el viajero, que debe regresar a la tierra colorada los primeros días de febrero, para subir al camión y volver a girar.
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