Inspirado en la corriente del arte contemporáneo que utiliza a la naturaleza como material (madera, tierra, piedras, arena, viento, rocas, fuego, agua etc.) para intervenir en sí misma, el artista invitó, por segundo año consecutivo, este doblando la apuesta, a disfrutar de un espectáculo tan único como efímero.Alrededor de las 21, el muelle y sus inmediaciones ya estaban abarrotados de un público curioso, por ver de qué se trataba esto que se anunció como "Land Art" o por disfrutar de una nueva oportunidad de esta propuesta, hasta que finalmente, después de las 21.30, las luces de la embarcación anunciaron el pronto inicio del "espectáculo".El frío del Paraná fue dispersando las luminarias, que por momentos parecieron estrellas reflejadas, a su antojo.Sólo fueron minutos, pero bastaron para llevar a los presentes de la euforia a la reflexión, de la ansiedad a la calma, de la angustia a la ilusión…
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