La Escuela 927 de Oberá sigue esperando una corrección en la ordenanza sancionada por el Concejo Deliberante en mayo del 2011 y promulgada por el Ejecutivo en junio de ese mismo año, por el que se dona al Ministerio de Educación los terrenos donde está emplazada precariamente la institución. En mayo del año en curso, la directora del establecimiento, Mirta Abreu, insistió con el pedido al actual deliberativo, al que ya había acudido en el 2016.Como publicara PRIMERA EDICIÓN, el trámite en cuestión permitiría a la comunidad educativa acceder a un nuevo edificio, construcción que sería solventada en su totalidad por empresas privadas, comprometidas con la tarea.La ordenanza original, N° 2.206, menciona al terreno en cuestión como Lote 76- A- 11, pero fue modificado en el plano actualizado N° 53.094, con la nomenclatura Lote 76- D.Pasaron más de seis años y la situación no fue resuelta. La semana pasada, el empresario que junto a otros construirá el anhelado nuevo edificio volvió a comunicarse, como lo hace periódicamente, con la directora Mirta Abreu para consultarle si tenía novedades. “Por lo que fui al Concejo y salí muy mal. Debe ser la quinta vez que fui en este año. Cuando me dijeron que no había nada, ninguna novedad y Ariel Chaves (Presidente del Concejo, hoy a cargo de la intendencia) no me pudo atender, reaccioné mal. Reconozco que estoy agotada con el tema, estoy angustiada, mal. Estoy de licencia porque la verdad me afecta mucho esto, ya no se qué tengo que hacer” comentó.Hace un tiempo el propio Chaves fue a la escuela, habló con los docentes y compartió un momento con los niños. En esa oportunidad el edil, según los dichos de la directora, pudo ver en qué condiciones se trabaja, la precaria construcción de madera, las letrinas, la cantidad de alumnos que asisten y la tarea integral que realizan los educadores. “Me dijo que todo se iba a solucionar a la brevedad, incluso me dijo que nos donaría unos escritorios. Cuando pregunté por ese tema a su secretaria, me dijo que hay una lista de escuelas que esperan y que nuestra escuela no está anotada. Eso me indignó más, los políticos juegan con nuestra ilusión. Estoy muy dolida y con bronca” reconoció Abreu.A la escuela asisten más de 200 alumnos y el cuerpo docente está constituido por 16 educadores. “Estamos todos tristes, ya no sé qué decirle al empresario, tuve que decir otra vez que todavía no están los papeles. La secretaria de Chaves me dijo que viera a otro concejal pero sería empezar de cero, ya no puedo más. Pido disculpas si me puse mal, pero la situación me sacó” confesó la directora.El edificio donde se dictan las clases es de madera, pertenecía a una vieja institución de Panambí, que fue trasladada por la propia Mirta Abreu con vecinos del lugar. “Pienso que no es mucho trabajo corregir eso, es una letra el error, no entiendo porque tardan tanto. La primera vez que me atendió Chaves, me dijo que daría prioridad al tema. Ya pasaron meses. Esperamos desde el 2011, sufrimos mucho con (Ewaldo) Tito Rindfleisch, pensamos que ahora sería diferente” indicó.
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