Así lo afirmó este miércoles un dirigente de la Asociación de Trabajadores del Estado (ATE) al término de una nueva reunión con las autoridades del Ministerio de Ecología. El dirigente comentó que, debido ante el importante apoyo recibido de movimientos sociales y ciudadanos, la entidad gremial decidió ceder parte de su estand en la 43ª Feria Internacional del Libro para mostrar al público, a través de la exhibición de un audiovisual entre otras actividades, la lucha de los guardaparques misioneros. La presentación incluirá el reclamo gremial por los traslados compulsivos que aplicó la cartera ecológica, “casualmente” a quienes se opusieron al polémico camino en el Lote 8. Más allá de que las negociaciones en la mesa de diálogo abierta en el ámbito ministerial abren la posibilidad de que se reviertan los traslados, los hechos tal cual se vienen desarrollando incluyen más de una paradoja. La decidida defensa de la integridad de una zona protegida como el Parque Moconá y de los derechos de las comunidades aborígenes que habitan el lugar evidenció el profundo compromiso y las convicciones que ponen los cuidadores del parque en el cumplimiento de su función. Una función que los convierte en custodios de un patrimonio natural invalorable que pertenece a todos los misioneros. Esta actitud comprometida explica el apoyo de la ciudadanía, que seguramente será mayor con la visualización a nivel nacional. Para el ciudadano común, la ecuación es simple; no hay dudas de que la protección del medio ambiente, entendida como política de Estado, es una prioridad frente a cualquier emprendimiento dedicado al lucro privado. Menos claro resulta ver que este simple axioma resulta ininteligible para la cartera ministerial a cuyo cargo se encuentra la defensa del medio ambiente misionero.
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