Ante una “situación económica asfixiante e insostenible”, un grupo de alrededor de 50 remiseros reclama una reforma de las normas municipales “para poder trabajar en condiciones parecidas a la de los taxistas”, por sentir que éstos ejercen la actividad con ciertos “privilegios”, lo cual para ellos supone “discriminación”.La polémica que platean estos trabajadores del volante surge a raíz de que “pagamos los mismos impuestos, las mismas tasas, cobramos prácticamente lo mismo que los taxis, pero ellos tienen concesiones que nosotros no: mientras éstos pueden trabajar un coche hasta con 12 años de antigüedad, los remiseros debemos renovar cada 5 años”, dijo a PRIMERA EDICIÓN, A. C., un trabajador que prefirió el anonimato para evitar ser “blanco de la persecución de los inspectores municipales”.En nombre de sus compañeros explicó: “Estamos muy afectados por la crisis y nos vemos perjudicados por las ordenanzas en vigencia, por ejemplo, un coche modelo 2012 un remisero puede quedar fuera de actividad este año por no estar en condiciones de renovar. Los laburantes en la calle ganamos para el día a día, realmente llegamos a un punto en el cual se nos hace es imposible juntar 260 mil pesos para cambiar el auto, o bien tener 360 mil pesos para una unidad 0 kilómetro”, relató. Asimismo enumeró otras desventajas que no tienen los taxistas: está reglamentado que el motor sea de 16 válvulas, 1.6 como mínimo, pedimos reforma para esto también y que nos dejen trabajar con coches 1.3 para poder ahorrar en combustibles”, sugirió. “Si no renovamos la unidad no podemos trabajar más, y en esta situación económica en la que estamos inmersos muchos vamos a perder nuestras fuentes laborales”, fue su pedido desesperado. “Estamos alimentando nuestras familias con este trabajo y realmente la estamos pasando muy mal, temiendo que cuando se cumpla el plazo para renovar, no lleguemos y perdamos la única fuente laboral”, insistió. “No podemos competir"“En la calle nos cansamos de ver cómo hay tantos taxis en pésimo estado, trabajando sin ningún tipo de inconvenientes, mientras que a nuestros autos ya no les otorgan la licencia si superan el modelo 2012. No podemos competir, porque tenemos la misma tarifa que rige para taxis”, fue el angustiante relato. Otra situación que para los trabajadores hace a la diferencia, es que los remises no pueden diferenciarse en el tránsito, salvo la oblea que tienen pegada en la luneta. Esto es porque deben prestar el servicio en parque cerrado, desde la empresa a la dirección solicitada y no pueden levantar pasajeros en la vía pública, de lo contrario son multados, cosa que para ellos también "juega en contra”.“Estamos peleando el día a día ni pensar en poder cambiar el auto. En mi caso particular, si dentro de un año no cambio la unidad me quedo sin poder trabajar”, lamentó el hombre. “La mayoría de los trabajadores no podemos juntar la plata que cuesta renovar la unidad o comprar un cero kilómetro, porque apenas sacamos para comer”.En Posadas, la Ordenanza XVI – 9 (Antes 55/96) regula el servicio que se concibió con características diferenciales de confort y equipamiento, y de ahí el resto de las diferenciaciones. En 2015 los trabajadores del volante presentaron una nota al Concejo Deliberante y ante la Dirección de Transporte para ver de qué manera articular una modificación en las reglas del juego "para no seguir perdiendo competitividad y la fuente laboral”.“Nunca se dio lugar a la nota, firmada los que estamos afectados. Las veces que fuimos a insistir a ver qué iban a hacer, nos dieron muchas vueltas, incluso que la nota se perdió y las veces que intentamos ser oídos jamás nos atendieron”. Ahora esperan hacer pública la difícil situación, ayude para contemplar la posibilidad de una reforma.
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