Cuantas veces posponemos lo que queremos hacer por miedo a arriesgar y equivocarnos, por miedo al qué dirán, por miedo a lo desconocido. ¿Y si detrás de esa puerta que nos da miedo está la felicidad? ¿O aquello que nos apasiona y nos hace perder la noción del tiempo?He visto como muchas personas que han comenzado a estudiar una carrera descubren en el camino que no es lo que esperaban o no les apasiona como creían que lo haría tal disciplina, y a pesar de ello siguen inmersos en aquello que por no ser lo que sus corazones quieren gastan el doble de energía en terminar algo que no desean. Lo mismo sucede cuando estamos en un trabajo que no nos gusta, muchos terminan aguantando creídos que si lo abandonan no habrá más nada allá afuera o no habrá otras posibilidades.Esto mismo se repiten en las parejas, cuando no se da por terminado algo que no nos hace feliz pero en cierta forma nos da la sensación de seguridad por estar con alguien y no solos, cuántas personas se mantienen en la monotonía y el conformismo por miedo a quedarse solos, o porque ya es tarde para comenzar de nuevo, o porque ya pasó mucho tiempo o están grandes para encontrar la felicidad de otra manera, o por lo hijos, y tantas excusas más. Muchas veces por miedo dejamos pasar la vida como si ésta fuera inacabable, creyendo que más adelante las cosas cambiarán y aquello que no nos agrada algún día forzosamente nos agradará y así nos perdemos de tantas cosas bonitas que no nos suceden porque estamos ocupados haciendo lo que no queremos, compartiendo con quien no nos sentimos bien, en un lugar donde no nos sentimos cómodos.Ser feliz y conectar con todo lo que la felicidad acarrea como la abundancia, la prosperidad, el amor y la paz, requiere de soltar para dejar llegar, soltar lo que nos disgusta para que podamos ver lo que sí nos gusta, así sea una carrera, un trabajo, una pareja, un grupo, etc.Ser feliz requiere soltar lo conocido y sumergirse en lo desconocido, dejar la seguridad de lo que sé para conocer lo increíble de lo que todavía no encontré. Comenzar de cero tantas veces como sea necesario hasta dar en la tecla correcta. Nunca es tarde, siempre estamos a tiempo, así se tengan 20, 40 o 70 años de edad.Además, un final no es más que un nuevo comienzo de algo bueno y mejor que vendrá. No pierdas más tiempo y si no te gusta donde estás, da un paso, vuelta la hoja y vuelve a comenzar.ColaboraNatalia de las NievesTerapeuta MotivacionalEn Facebook: RincónDe Luz y Bienestar154366593
Discussion about this post