Rodríguez fue el segundo hombre fuerte del país después de Alfredo Stroessner, siendo también parte de su círculo íntimo y su hombre de confianza. Fue investigado por los Estados Unidos por ser sospechoso de tráfico de droga, lo cual le granjeó la desconfianza de ese país durante mucho tiempo.Más bien dedicado a sus negocios particulares, era dueño de varias empresas en el Paraguay, entre ellas una casa de cambio de moneda extranjera.Para sorpresa de muchos, en la madrugada del 2 al 3 de febrero de 1989, Rodríguez derrocó mediante un golpe de Estado a Stroessner, quien había gobernado Paraguay por 34 años. Asumió el gobierno provisorio obteniendo el inmediato respaldo de la iglesia católica y sectores populares opositores al régimen, y del gobierno de Estados Unidos, el cual anteriormente había apoyado al régimen de Stroessner por considerarlo su aliado por su talante anticomunista.Convocó al gobierno a los miembros del sector “tradicionalista” del Partido Colorado, que acababan de ser radiados del mismo en una fraudulenta asamblea y representantes de partidos de oposición. Rodríguez abolió la pena de muerte, retiró la ley marcial que regía desde hacia más de 30 años ininterrumpidamente, legalizó los partidos de oposición y encarceló a Stroessner (y a algunos miembros de su gobierno), aunque poco días después, en la convicción de que seria más problemático tenerlo en Paraguay que fuera, lo envió a un exilio dorado en Brasilia, la capital de Brasil.Rodríguez gobernó unos pocos meses, con mano firme, aunque solo para cumplir su promesa de llamado a elecciones. Menos de tres meses después del golpe, convocaba a elecciones generales pluralistas el 1 de mayo de 1989.
Discussion about this post