Hasta el 31 de diciembre de 2016 estacionar en las calles de la capital provincial costaba 9,60 pesos y grande fue la sorpresa de varios automovilistas cuando eran abordados por los vendedores de tarjetas quienes les comunicaban el aumento que entró en vigencia.Los “tarjeteros” señalaron a PRIMERA EDICIÓN que el incremento era necesario porque “todo aumenta y nosotros vivimos de esto”. Luego siguieron detallando que para ellos el costo de la tarjeta ahora pasó de 2,40 pesos a 3 pesos y deben adquirir un mínimo de 50 unidades para revenderlas, de las cuales les queda el 70% de ganancia. Los dos pesos de aumento pueden resultar no tan elevados en una primera apreciación, pero de cumplirse al pie de la letra la normativa que indica que debe comprarse una tarjeta por cada hora de estacionamiento, para un trabajador de comercio o de algún ente del Estado, toda una mañana cuesta ahora 60 pesos, 300 a la semana y 1.500 pesos al mes. PromedioLas ventas de los tarjeteros varían, pero promedian un mínimo de 60 tarjetas diarias. “Las zonas donde más se venden son aquellas de los sanatorios, oficinas y del hospital”, indicaron. El martes por la mañana, pesar de las vacaciones y el intenso calor, el centro de la ciudad exhibió su tránsito habitual, congestionado, con muchos bocinazos y pocos lugares para estacionar. “Las ventas de tarjetas no bajaron. Además yo siempre le explico a la gente que le conviene más pagar este estacionamiento que uno privado que sale 50 pesos la hora”, argumentó una de las vendedoras entrevistadas.A su turno, María Sequeira (33) comentó que hace doce años realiza esta tarea, que representa uno de sus principales ingresos. A algunos vendedores les quedaron tarjetas del año pasado al valor de 9,60, que en la práctica se paga 10 por la falta de monedas y aclaran a los compradores que las nuevas aumentaron su precio. Opiniones disparesPor otra parte, las opiniones de los usuarios que deben abonar el estacionamiento resultaron divididas, de acuerdo a los entrevistados por este Medio.“No estoy de acuerdo con el aumento, todo sube y así no hay sueldo que resista”, expresó Carmen Fontana (47) luego de estacionar su vehículo por calle La Rioja. Sin embargo Hugo (49), de Santa Ana, opinó a su turno: “Me parece bien, dos pesos no es nada hoy en día. Yo siempre pago y hasta dejo que se queden con el vuelto porque están trabajando”.
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