La violencia en la frontera es una temática hipervisible en Sudamérica donde se la asocia con el narcotráfico, el tráfico ilegal de mercancías o con las bandas criminales. Sin embargo, hay una violencia naturalizada y frecuente en estos territorios que están invisibles en los discursos políticos, y en los medios de comunicación. Se trata de la violencia contra las mujeres trabajadoras que están en tránsito, las que "viven en el borde", en todo sentido. Con ese enfoque la antropóloga Menara Guizardi, plasmó en una magistral conferencia, el pensamiento (novedoso en lo que atañe a la tradición científica en Sudamérica) y parte del resultado de esas investigaciones que realizó en la Triple Frontera Andina junto a su equipo de trabajo. La conferencia se realizó durante el II Simposio de Antropología realizado en Posadas, desde el miércoles al viernes último. En sus estudios, Guizardi interpela aquellas amenazas específicas que afrontan las mujeres que viven del comercio hormiga en las zonas de frontera para proponer empezar a pensar las "trayectorias liminales de la violencia" desde lo femenino."Muchos resultados de estudios científicos dan cuenta de ésta situación recién a partir de los años ’80. Y eso tiene que ver con la emergencia de un grupo de pensadoras chicanas, de las cuales Gloria Anzaldua, se convirtió en la principal exponente, porque empieza a denunciar el androcentrismo, el machismo en los estudios de frontera. Sin embargo, hasta la fecha en Sudamérica no ha emergido una voz femenina fuerte que se ocupe de dar cuenta -desde las Ciencias Sociales- acerca de éstas violencias de género".En éstos y otros términos, la voz solvente y fiable de Guizardi quedó plasmada, durante su estancia, en una entrevista con PRIMERA EDICIÓN a quien dijo: "El Estado (y por lo tanto su frontera) es un lugar protagónico masculino y eso hay que reinventarlo".
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