“Nacer temprano, vivir en grande”, un logro de muchos pequeñitos, cada vez más factible gracias a la capacitación profesional e implementación de tecnología. Un tema que está en foco en estos días, al conmemorarse la “Semana del Prematuro” desde el Hospital Materno Neonatal, institución que llevó a cabo distintas actividades relacionadas a su desarrollo.En este contexto, la jefa del Servicio de Neonatología, María del Carmen González, explicó a PRIMERA EDICIÓN que durante la semana se hace hincapié más que nada en que la gente tome conciencia en el control del embarazo y que un bebé prematuro tiene que nacer en un lugar con determinada complejidad”.“El Materno cuenta con la complejidad necesaria como para que esos bebés puedan nacer, de hecho, ya desde 2010 se trabajó en la regionalización a nivel de la provincia y todos los bebés menores de 32 semanas y 1.500 gramos tienen que ser trasladados, en lo posible, en la panza de su mamá y nacer en el hospital, dentro de lo que podemos, porque a veces el servicio está saturado y algunos bebés chiquititos quedan en otras maternidades, en Eldorado, Oberá, por ejemplo”, describió la especialista.Y añadió que en el nosocomio tuvieron experiencias de pequeñitos que llegaron al mundo con sólo 24 semanas de gestación y salieron adelante. Aunque cada bebé es diferente, “el índice de supervivencia de los menores de mil gramos es del 55/60%; en los menores de 1.500 estamos en un 75/80% y después de 1.500 nos acercamos al 95%”, confió la médica.Estos cuerpitos no están completamente desarrollados para hacer frente al mundo, por lo que pueden permanecer varios meses en Neo, allí reciben distintas atenciones, se controla si necesitan surfactante, una sustancia que ayuda cuando los pulmones aún no están maduros, si necesitan alimentaciones especiales, que se calculan de acuerdo al peso, a la necesidad de líquido que tiene esa criaturita, se suministran antibióticos, “es bastante compleja la atención y siempre con su mamá al lado, mamá y papá deben estar con el bebé”, describió.Todos estos cuidados permitirán al bebé un crecimiento similar al de aquel que cumplió en la panza de la mamá las 37 semanas de embarazo, aunque será sumamente importante que la familia se ocupe del seguimiento de su desarrollo, por lo menos hasta los seis años. Por eso, “el hospital hace alrededor de cinco años comenzó con un proyecto, que involucra a un equipo multidisciplinario de profesionales, para detectar cualquier tipo de patología, además de ocuparse de la estimulación, y así ir trabajando sobre lo que se va encontrando”, sostuvo González.Como cada uno es diferente, “pueden presentarse trastornos en el neurodesarrollo, en la parte motora, sensitiva, son problemáticas que más se encuentran”, como puede no darse ninguna.Obviamente por esto es sumamente importante que los papás estén preparados. Además, cuando se retiran del nosocomio se los instruye en reanimación cardiopulmonar (RCP).Todavía en el viejo edificioA mediados de mayo pasado, la atención en el Hospital Materno Neonatal se dividió transitoriamente en dos edificios. Desde entonces, en las nuevas instalaciones, con ingreso por la avenida Marconi, funcionan los consultorios externos, los cursos de Preparación Integral para la Maternidad, Servicio de Imágenes y estudios complementarios; mientras que en la antigua estructura continúa el sector de internación, Neonatología y guardia, situación que continuaría así, según fuentes consultadas, por alrededor de un año y medio más.En aquella oportunidad, el director del nosocomio, Hugo Ocampo, aseguró que resultaba imposible anunciar una fecha para la mudanza definitiva, pero que ojalá aquel “comienzo sirva de estímulo y lleve a que pronto se termine de solucionar lo poco que queda en el edificio, en el segundo y tercer piso y básicamente los equipamientos e insumos”. Lamentablemente, los fondos llegan a “cuentagotas” y aún restan varios meses hasta que “el principio de un sueño” encuentre su final feliz.
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