La Asociación Iberoamericana Multidisciplinaria de Enfermedades Transmisibles invitó a García , a participar del IV Congreso Internacional de Enfermedades Transmisibles, XI Jornadas Internacionales de Enfermedades Transmisibles y VII Jornadas Internacionales de Actividades del Área de la Salud, que se realizarán en Concepción (Chile) entre el 23 y el 26 próximos, para exponer sus experiencias sobre la leishmaniasis visceral canina en la capital misionera.“Leishmaniasis en Posadas. Oscurantismo y desidia en tiempos sin hidrofobia” es un texto en el que García reflejó el brote de la enfermedad en la capital misionera en 2005 y como “a todos, profesionales o no, nos agarró con la guardia baja del desconocimiento; pese a que ya había antecedentes de su presencia mediante estudios realizados por el anatomopatólogo Lucio Acosta”, mencionó el veterinario.“Este trabajo lo presenté en varios niveles de profesionales y científicos en la materia, donde manifestaron su beneplácito por la obra con felicitaciones incluidas, de manera tal que fue publicado por varias revistas veterinarias y una de importancia: RED-Ved de España, la de mayor circulación de habla hispana. Ello fue motivo para que la universidad de Granma, Cuba, me invitara a dar cursos a distancia sobre leishmaniasis u otras enfermedades transmisibles”, recordó el especialista.Y trajo a la memoria cómo “en principio reinó el caos, pues se negó la enfermedad y cada uno interpretaba a su manera las soluciones con recetas y tratamientos empíricos. Hubo una división de profesionales: los a favor de que se tomen las medidas aconsejadas por la OMS y aquellos que se inclinaban a tratar la enfermedad. Entre ellos hubo honestos que creían en panaceas salvadoras y otros que agarraron para el lado comercial, frente una enfermedad que no tiene cura, tratamiento y es de denuncia obligatoria”.“La cuestión fue que las autoridades municipales surgidas del voto popular en 2007, tomaron el toro por las astas y dieron un giro de 180 grados respecto a la enfermedad, sacando las ordenanzas necesarias como la prohibición de usar medicamentos de uso humano para tratar el mal, construyeron nuevos edificios, como el Imusa y acercaron a expertos nacionales para guíen y enseñen a nivel científico” sostuvo. “Desde mi punto de vista como sanitarista, considero que estos males exóticos que nos aquejan y llegaron para quedarse, están siendo bien controlados a nivel municipal y provincial, salvo algunas deficiencias corregibles”, opinó.Sobre la invitación, “no voy a negarlo, siento gran satisfacción porque considero un reconocimiento a mi trayectoria. En cuanto a mi exposición, si viajo a Chile, expondré sobre ‘tomar el toro por las astas y los controles a nivel de los organismos del Estado”, confesó.
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