Después de haber sido castigada por el gobierno central por más de una década, la hermana provincia de Corrientes salió al mundo a mostrar de qué manera se las ingenió para contener a sus empresarios y productores, y cuánto están dispuestos a ofrecer para atraer a los inversores que hoy apuestan fuerte al despegue de la actividad forestoindustrial. Rebajas impositivas, regímenes de promoción y una fuerte conciencia sobre el valor de la inversión privada derivaron en los primeros resultados, y van por más. El ministro de Industrias correntino Ignacio Osella estuvo en Posadas para lanzar el Primer Seminario Internacional “Inversiones foresto industriales; Corrientes, el futuro; Valor agregado para un desarrollo sostenible” que se realizará entre el 10 y el 11 de noviembre en la capital correntina. En ese marco y en entrevista exclusiva con Eco & Agro explicó las fórmulas del éxito y lo que queda por delante en materia de diversificación de la forestoindustria, por ejemplo, con generación eléctrica por biomasa. Suenan raros en Misiones los regímenes de promoción como la tasa cero de Ingresos Brutos para los industriales e inversores. ¿Cómo se concibe este beneficio? Gracias a la Estabilidad Fiscal, desde hace algunos años Corrientes tiene beneficios impositivos importantes para el sector industrial, básicamente la tasa cero del Impuesto a los Ingresos Brutos para el que invierte, beneficio que lo alcanza por los primeros diez años, con posibilidad de renovarlo. Además vamos a tener para ofertar todo lo relacionado a la Ley Pyme, que es importante porque plantea la devolución del IVA y otros beneficios formidables para que las pequeñas empresas se animen a invertir. ¿Con estos beneficios están haciendo una apuesta en generación de energía por biomasa?Efectivamente, nuestro gran déficit siempre fue la falta de energía, y el camino lógico era la producción de biomasa usando el excedente que tenemos en la forestoindustria. Lo estamos profundizando con éxito. Se están haciendo inversiones en biomasa en Virasoro y en Santa Rosa, y pretendemos avanzar con otras localidades como Esquina y Santo Tomé. Las inversiones ya se iniciaron en los dos primeros casos. En Virasoro ya realizaron la perforación para encontrar agua y en Santa Rosa la firma ya fue adjudicada, en noviembre se firman los contratos y comienza la construcción en febrero. ¿Cuántos megavatios piensan incorporar al sistema? En el lapso de un año y con biomasa, unos 53 megavatios, que significa el 8% del consumo total de la provincia. Pretendemos instalar más centrales, y para eso las empresas se están preparando para las nuevas licitaciones del gobierno nacional, que según nos dijeron, van a lanzarse en marzo o abril para la construcción de nuevas usinas de biomasa. Con la nueva Ley de Energías Renovables hay inversiones previstas para diversificar la generación energética del país y no depender de una sola fuente. Con los proyectos de biomasa, además sumamos el beneficio de que se trata de una energía limpia, y con ello cumplimos con los compromisos internacionales para frenar el cambio climático. ¿Misiones tiene potencial para ir por el mismo camino?Por supuesto. Misiones tiene un enorme potencial para producir energía por biomasa y tiene mucha experiencia en industrialización del sector forestal. Ustedes están en condiciones de transformar su base energética mediante esta alternativa y hay recursos internacionales para esto, por lo que es imprescindible que nos acoplemos a este cambio de tendencia. ¿Se puede trabajar como bloque económico entre provincias? Y si no se puede, ¿cuáles son los factores que hasta ahora nos frenan? Se puede y se debe. Casualmente el 4 de noviembre los ministros de la producción del Nordeste (Formosa, Chaco, Corrientes, Misiones) nos reuniremos en Iguazú con los funcionarios del gobierno nacional. En la medida en que podamos conversar y acordar, vamos a cambiar algunas cosas. Hasta ahora fue difícil porque el anterior gobierno nacional planteaba el famoso “divide y reinarás”, y la verdad es que tanto a misioneros como a correntinos nos fue muy mal; a nosotros peor, porque directamente fuimos perseguidos y castigados. No hubo inversiones en energía, por ejemplo. Esto cambió, hay un nuevo federalismo, una nueva tendencia. Por lo menos nos escuchan, que para nosotros significa bastante. ¿El sector forestoindustrial ya vio los frutos de este cambio? No, todavía no se ven porque tenemos que diversificar. El sector depende mucho de la industria de la construcción, del consumo. Necesitamos que la forestoindustria se diversifique y pueda generar papel, casas, tableros, energía, derivados químicos de la resina, de manera tal que cuando a uno de los sectores le vaya mal, el otro siga sosteniendo, o en otras palabras, no poner todos los huevos en una misma canasta. Todavía nos falta respecto del agregado de valor, pero se tenía que avanzar primero en posibilitar un contexto de inversiones en el país que permita este cambio. Esto se está comenzando a dar recién ahora, por lo que hay esperanzas.
Discussion about this post