El servicio policial es una ocupación inherentemente estresante. La naturaleza de este trabajo incluye exposición frecuente y sostenida a la confrontación, la violencia y el daño potencial. La exposición a estos escenarios propende a que esta población presente una serie de complicaciones a la salud mental, entre ellas, el Trastorno de Estrés Postraumático (TEPT).Numerosas consecuencias para la salud se han asociado con ésta carga particular a la que los oficiales de policía se ven expuestos; como mala calidad del sueño y abuso o dependencia de alcohol, y una prevalencia aumentada de TEPT, ansiedad y depresión. Según datos científicos, la incidencia del TEPT en los oficiales de policía (relacionado a la tarea que efectúan), varía entre el 7% y 19%, con porcentajes mayores (que pueden alcanzar alrededor del 34%, según estudio) si hablamos de casos sub-clínicos de TEPT. Una investigación reportó que los oficiales de policía experimentan, en promedio, más de tres eventos traumáticos por cada seis meses de servicio. Estos eventos pueden ser violentos, como conflictos armados; o dramáticos como asistir a víctimas de violencia y abuso, o accidentes de tráfico severos, hasta sostener cuerpos humanos sin vida.El TEPT impacta en la salud física y mental de los oficiales; sus síntomas se asocian significativamente con una pobre calidad de vida, mayor frecuencia y severidad de dolor y problemas cardio-respiratorios y gastrointestinales. Niveles mayores de sintomatología TEPT en los oficiales de policía, estuvo asociado a mayores niveles de cortisol (hormona del estrés) en sangre.Los pacientes con diagnóstico de TEPT puede presentar cuadros psicopatológicos asociados, incluyendo ansiedad, depresión, adicción y abuso de sustancias, y riesgo de suicidio aumentado. El TEPT además representa un enorme daño económico para pacientes, familias, hospitales y la sociedad en su conjunto, ya que sus efectos llegan a alterar la capacidad de funcionamiento social y ocupacional de quien lo padece. Por ejemplo, produce ausentismo laboral y perdida de oportunidades de ascenso laboral. Estudios muestran costos directos e indirectos de esta condición clínicas, que pueden ser significativos. Estimativamente, contra el costo de diez sesiones de tratamiento, el monto perdido por ausencias laborales por mes podría costar más de veinticinco sesiones de tratamiento.Por ello, tratar a las poblaciones más vulnerables a desarrollar TEPT, como lo son los oficiales de policía, es mucho más efectivo en el costo-beneficio, que tratar la condición crónica en un estadio avanzado, en el que se ven limitados los años y la calidad de vida, así como el funcionamiento independiente.ColaboraLic. Anahi Sánchez Gil NavarroClínica de Ansiedad y Trauma, departamento de Psicoterapia de la Fundación INECO.
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