¿Es posible hacer seguridad en serio sin capacidad de diagnóstico? ¿Es posible atacar los focos del delito si no se sabe a ciencia cierta dónde están? ¿Es posible diagramar una estrategia integral de seguridad si no se sabe a ciencia cierta lo que ocurre en el territorio? ¿Es posible marchar hacia un modelo integral de seguridad democrática sin tener en cuenta las inquietudes y la opinión de la ciudadanía? La respuesta es evidente. La respuesta es: no.Por eso, reconstituir la capacidad estadística del Ministerio de Seguridad forma parte del proceso de recuperación de la institucionalidad que el gobierno de Cambiemos se ha propuesto.La formulación a presente y futuro de políticas de seguridad no puede hacerse a ciegas, orientados por la intuición y, mucho menos, en función de las “sensaciones” o el antojo de los gobernantes.Resulta temerario asumir el desafío de generar e implementar políticas públicas destinadas a mejorar las condiciones generales y particulares de la seguridad sin contar con datos estadísticos precisos sobre criminalidad.Para contar con esta información de manera científica, ampliando y complementando los datos sobre delitos que relevan y suministran sistemáticamente las fuerzas de seguridad, el Ministerio de Seguridad de la Nación suscribió, junto al Instituto Nacional de Estadística y Censos (Indec), un convenio marco de colaboración. Dicho instrumento permitirá mancomunar esfuerzos y facilitar información censal y estadística a fin de ampliar las capacidades y fortalecer el desarrollo del Sistema Estadístico Nacional y el diseño, implementación y monitoreo de políticas públicas en la materia.Este convenio le permitirá al país llevar adelante una Encuesta Nacional de Victimización durante el segundo trimestre de 2017. El universo a encuestar será todo el país en base a una muestra de 40.000 casos que permitirá hacer inferencias nacionales y provinciales con mínimos márgenes de error.Este tipo de investigaciones están orientadas a superar las omisiones de los registros oficiales para echar luz sobre diversas tipologías de delitos subregistrados sea por la irresponsabilidad de los tomadores de denuncias o por el temor o desinterés de las víctimas en llevarlas a cabo.Las encuestas de victimización nos aproximan de manera rigurosa a cifras más cercanas a la criminalidad real, pues uno de sus principales objetivos consiste en superar los límites cuantitativos que surgen de los registros policiales, consultando directamente a la población mediante muestreos probabilísticos.El valor supremo de este tipo de investigaciones reside en la reducción al mínimo de la intermediación entre la ciudadanía y gobierno en lo que hace al suministro de información delicada.Estas encuestas abordan dos grandes núcleos temáticos: la victimización propiamente dicha y la subjetiva percepción de inseguridad.Preguntarles a los ciudadanos sobre su íntima percepción en lo que respecta a la seguridad parece mucho más democrático y razonable que decretar, con menosprecio, que la inseguridad es un invento de los medios o se trata solo de una “sensación”.En 2009 el gobierno dejó de brindar deliberadamente información sobre estadística de criminalidad. Abandonó los relevamientos y dejó de investigar.Cuando las nuevas autoridades nos constituimos en el Ministerio de Seguridad nos encontramos con la ausencia de un mapa del delito y frente al desmonte liso y llano de sus capacidades estadísticas.Por eso, reconstituir la capacidad estadística del Ministerio es fundamental y el trabajo complementario junto al Indec constituye una importante noticia por tres razones básicas: porque el estado se hace cargo integralmente del proceso, porque se amplía su mirada incluyendo directamente a la gente y porque así recuperamos institucionalidad.A mediados de 2017 los argentinos podrán conocer los resultados de este esfuerzo compartido que, sin duda alguna, redundará en replanteos, nuevas políticas y acciones concretas que mejoren la seguridad con respaldo científico y verdadero anclaje social.Por Gerardo Milman, secretario de Seguridad Interior de la Nación (Fuente: Télam)
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