La situación judicial de Hebe de Bonafini, presidenta de Madres de Plaza de Mayo, convulsionó la semana judicial. Un pedido de detención del juez Marcelo Martínez Di Giorgi por “rebeldía” de la dirigente y cabeza de la constructora de viviendas del programa “Sueños Compartidos” desató la bronca kirchnerista que se aglutinó alrededor de Bonafini para evitar que se cumpla con la orden judicial.Allí estuvieron Amado Boudou, “Cuervo” Larroque (La Cámpora), Axel Kicilloff, Máximo Kirchner y Luis D’Elia, entre otros. A fin de evitar enfrentamientos, se ordenó el retiro de los efectivos policiales.Otra vez, la grieta fracturó a los argentinos entre los que entienden que Bonafini -por su lucha por los derechos humanos en la última dictadura- no debe atender los llamados de la Justicia por los millonarios fondos que manejó la fundación en sociedad con Schoklender y por el que la justicia los imputó por un faltante de mucho dinero. Y del otro, los que entienden que la actuación de Bonafini en los 70-80 no tiene nada que ver con su adhesión (ni siquiera de todas las Madres) al gobierno de Néstor y luego al de Cristina Kirchner y los negocios que bajo el paraguas de la fundación, realizaron con un triste final que terminó judicializado.A las pocas horas de la tensión en plaza de Mayo, el juez Martínez Di Giorgi acordó con los abogados de Bonafini levantar su orden de detención con la promesa de pronta presentación en los estrados judiciales para cumplir con el requerimiento de Martínez Di Giorgi.Un mal ejemplo en un país que viene de 12 años de jueces “dormidos”, con la promesa de una justicia que vaya a fondo contra la corrupción. Aún cuando se utilizó a los Derechos Humanos para negociar millones y millones de pesos con falsas promesas de entregar viviendas (muchas siguen sin construirse); y cuando se desvirtuó una lucha justa por las ansias de poder y enriquecimiento sin importar qué se pone en juego. Un contrasentido de una Bonafini que luchó contra un poder dictatorial, donde no había derecho a defensa que hoy la asiste frente a la imputación judicial.“El 26 y 27 de agosto retomamos la Marcha de la Resistencia, por el derecho a resistir y a trabajar con Cristina (Kirchner) conducción”, manifestó Bonafini en Mar del Plata como claro ejemplo de la contaminación partidaria de su objetivo original.¿Desestabilización?Desde el gobierno de Mauricio Macri aseguraron que hoy, deben consensuar con dos peronismos: el “desestabilizador” y el “constructivo” según lo dijo la jefa de los senadores PRO, Laura Rodríguez Machado. No hace falta abundar en detalles de los fines que persiguen unos y otros.Pero sí, hay que tener en cuenta el supuesto llamado que recibió el expresidente Eduardo Duhalde del papa Francisco en el que expresó el pontífice su preocupación por la situación social de la Argentina.No son pocos los que creen que cualquier pequeño incidente podría terminar en un grave problema para la gestión de Cambiemos. La bronca por los tarifazos, la inflación, el desempleo podría ser usada con fines políticos por quienes hoy trabajan a destajo por la salida anticipada de Macri.Lo de Hebe de Bonafini no deja de ser apenas una muestra de lo que esta dispuesto a hacer el kirchnerismo si Cristina Fernández llegara a recibir una orden de detención por las múltiples causas que pesan en contra de su gestión.El fallo contra el tarifazoLa jueza federal de San Martín, Martina Isabel Forns hizo lugar a los amparos presentados por dos organizaciones fundamentando que: “La audiencia pública es un requisito constitucional”.Desde entonces, con las boletas del cobro del servicio del mes entregadas en gran parte de la provincia, nadie sabe qué hacer, ya que muchos equiparan la orden judicial con la del gas, tendiendo como antecedentes al jefe de Gabinete, Marcos Peña, quien sugirió no pagar hasta que la cuestión judicial quede saldada.Hasta el momento, la deficitaria Electricidad de Misiones SA (Emsa) no ha emitido comunicado alguno respecto a su posición frente a una resolución judicial que impacta directamente sobre los dos instrumentos que dieron inicio al “tarifazo” y sobre los precios que comercializa Cammessa.Por lo bajo, algunas fuentes de la empresa advirtieron que si se retrotrae el cuadro tarifario, “muchos perderán la tarifa social” por lo que hoy pagan menos. Emsa siempre se caracterizó por no tener comunicación eficiente con sus usuarios. ¿Lo habrá hecho notar la auditoría si es que alguna vez comenzaron a trabajar los auditores cercanos a la renovación?.Todo hace suponer que nada ha cambiado.Misiones en escenaDos veces en una semana volvieron a quedar marcadas las relaciones de fortísima cercanía que tienen el gobernador Passalacqua con Mauricio Macri. La primera vez fue durante la visita de Juliana Awada, la primera dama nacional, a Misiones que es la única provincia donde la mujer del presidente concurrió sin que Macri haya estado presente, en lo que significó un gran gesto de confianza en el marco de una creciente relación humana y de afecto, además de lo político e institucional.El otro momento fue el martes, en la reunión con otros gobernadores donde se firmó la devolución de los primeros 3 puntos porcentuales de los 15 puntos de coparticipación que la Nación le devuelve a Misiones y otras provincias en esta “nueva etapa con nuevo Norte”, como dijo Passalacqua. Después de Macri, el invitado a hablar frente a todos los mandatarios fue Hugo Passalacqua, en un claro gesto de que Misiones se posiciona en las altas cumbres de la política nacional y planea con vuelo firme.Luego de aquel encuentro el Gobernador misionero fue invitado a la TV nacional, en el programa La Quinta Pata, donde dejó un mensaje más que clarificador para algunos que todavía reniegan de la nueva etapa política: “antes a los gobernadores le llamaban a Buenos Aires para sacarle plata, ahora te llaman para darte”.Esta característica cercana, dialoguista y constructiva del mandatario provincial, claramente guionada desde diciembre pasado por el conductor de la renovación, queda al filo de ser malinterpretada y cuestionada como un viraje político, pero solamente por aquellos que no tienen responsabilidades de gestionar para una provincia entera y no tienen la preocupación de conseguir los recursos para hacer funcionar a la economía, que es el motor del Estado.“Con altura y solvencia salió Passalacqua de las complicaciones en las que quisieron ponerle algunos periodistas y quedó mejor parado que antes, mostrándose como un hombre académico, conocedor de la cultura y la historia, que además transmite confianza y serenidad con un mensaje esperanzador de unidad: ‘salimos todos juntos’”, aseguró una fuente de la Rosadita.La gente lo acepta y valora la gobernalidad de ambos mandatarios. Tal es así que apareció una última encuesta que llegó a escritorios oficiales realizada por una renombrada consultora nacional donde se vuelve a confirmar, como hace dos meses, que la población celebra con beneplácito la buena sintonía política entre Mis
iones y el gobierno nacional.Reclamos localesUn grupo de empresarios y comerciantes se reunió esta semana en el club Itapúa para pedir a los gobiernos municipal, provincial y nacional la pronta flexibilización de la matriz impositiva que no sólo ahoga sino que termina por cerrar locales con el consecuente desempleo en la principal actividad que tiene Posadas. Es que las asimetrías vienen pegando duro a los instalados de este lado de la frontera.La respuesta provincial llegó pronto desde la Jefatura de Gabinete que conduce Adolfo Pischik: no habrá rebaja de impuestos y sí apoyo al ITC diferenciado. Aun resta la postura de Nación ante la solicitud de un tratamiento impositivo similar a Tierra del Fuego por la inserción misionera en un territorio rodeado por Paraguay y Brasil.Este movimiento de autoconvocados, desnudó la escasa confianza en las instituciones como Confederación Económica y Cámara de Comercio de Posadas que existe entre los comerciantes capitalinos. Sin guardarse las críticas, muchos llegaron a expresarlas cara a cara a los dirigentes de las entidades. Especialmente quienes les recordaron la tibieza con la que se manejaron en un momento difícil para muchos. Es lo que sucede cuando los dirigentes no saben interpretar a las bases.
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