Pero con la esperanza (esa que nunca se agota) de una Argentina más unida, más comprometida con sus habitantes, donde todos tengamos el mismo objetivo: hacer de esta tierra sureña en el Continente con tantas riquezas, un lugar único en el mundo donde vivir nosotros y las generaciones que nos sigan en los centenarios por venir.Aun la misma historia parece irresuelta 200 años después, en la disputa entre héroes y villanos que -con el correr de los años- se intentan acomodar según las manipulaciones políticas de turno. Hay próceres incuestionables como San Martín, Belgrano, Cabral, Andrés Guacurarí que con los años se fortalecen y son brújula de nuestro destino libertario.En el plano económico no quedan dudas que hay mucho por resolver: en nuestra relación con el mundo, la Argentina busca volver a reencontrarse con países potencia que requieran de nuestros productos exportables, sin dejar de ceder derechos como el reclamo soberano de Malvinas. Lamentablemente con un Mercosur desmembrado por la situación de Venezuela y Brasil. En la economía interna, hay una enorme deuda con la generación de trabajo, con el apoyo a los que menos tienen sin políticas asistencialistas sino con la cultura del esfuerzo conjunto para salir adelante. Sin castigar al que trabaja, al que produce y al que genera fuentes de empleo. Protegiendo el valor de nuestras materias primas. Y especialmente, para que la balanza sea más pareja en el reparto de las riquezas.En lo político, hay mucho por mejorar, con un pasado muy reciente de muchos dirigentes que tanto mal le han generado a las instituciones, producto de quienes pensaron más en el bolsillo de sus amigos o los propios que en los argentinos. Y así podemos citar a la educación y la salud que no llegan al total del pueblo, con muchas medidas por resolver.Si algo sabemos los argentinos es salir de las peores crisis para iniciar nuevos ciclos. Bienvenidos al tercer centenario, al gran pueblo argentino, salud!
Discussion about this post