Con casi un 90% de los votos escrutados y una tendencia ya irreversible, el oficialista Partido Popular (PP) ganó este domingo las elecciones en España con 136 escaños, 13 más que en diciembre pasado, aunque quedó lejos de la mayoría parlamentaria de 176 que necesita para gobernar solo, mientras que el Partido Socialista (PSOE) se ubicó segundo con 86 bancas, por encima de las 71 de la coalición de izquierda Unidos Podemos y de las 32 del liberal Ciudadanos. Los verdaderos resultados de las urnas desmienten así los sondeos realizados a boca de urna, según los cuales Unidos Podemos obtenía un histórico segundo puesto que dejaba a los socialistas la difícil decisión de poner fin al bloqueo político en el que se encuentra el país.Ahora esa situación se invierte y es el partido "anti-sistema" moderado el que dará o no la llave a un eventual regreso del PSOE al poder del que se vio desplazado por la derecha en 2011.A pesar de su victoria, Rajoy seguiría sin contar con suficientes aliados, puesto que, aún si el liberal Albert Rivera lo apoyara -el líder de Ciudadanos pide la cabeza del jefe del Ejecutivo para respaldar un eventual gobierno del PP-, no llegaría a sumar más apoyos que una izquierda unida con los socialistas.En las generales del 20 de diciembre pasado, el PP de Rajoy ganó con un 28,72% de los votos y una bancada de 123 diputados. Detrás quedó el PSOE, con un 22,01% de los votos y 90 escaños, seguido de Podemos y sus socios territoriales, con 69 escaños y un 20% de apoyo; y finalmente Ciudadanos, con un 13,93% de los votos y 40 escaños. Ante la repetición de las elecciones, una de las claves era la movilización, ya que todos los partidos apostaban por sumar nuevos apoyos para reforzar sus posiciones de cara a las futuras negociaciones a los que están abocados. Pero a dos horas antes del cierre de las urnas, la participación era del 51,20%, la más baja de la democracia a esa hora. Las elecciones tuvieron lugar en un contexto de hartazgo y decepción de los ciudadanos con sus dirigentes políticos, que fueron incapaces de formar gobierno tras los comicios de diciembre, que pusieron fin al bipartidismo e inauguraron una etapa más plural, pero al mismo tiempo sumieron al país en un bloqueo político inédito. Además, los españoles votaron en plena conmoción por la decisión del Reino Unido de dejar la Unión Europea, una noticia que abrió una crisis sin precedentes en el bloque regional, pero que por ahora no parece haber sido un factor que haya alterado el sentido del voto, que venía siendo adelantado por las encuestas.Tampoco habría tenido un fuerte impacto el escándalo de conspiración contra dirigentes independentistas catalanes que irrumpió en el final de la campaña y que compromete directamente a Mariano Rajoy y su ministro del interior, Jorge Fernández Díaz. Al margen de los posibles análisis políticos que sobrevengan a estos nuevos resultados electorales, España quedaría ante dos opciones: negociar la formación de un gobierno liderado por el PP o por Unidos Podemos. Un nuevo fracaso para formar una coalición de gobierno en este momento sería inasumible, puesto que España sería el único país de la UE sin gobierno y con un gran agujero fiscal en plena transición de la salida del Reino Unido del bloque europeo. Londres le sumó a la dirigencia española un incentivo más para pactar; sin embargo, aún es muy pronto para saber si esto sucederá. Fuente: Télam





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