Un bebé de 9 meses de Arizona, sufrió quemaduras de segundo grado en el 30% de su cuerpo, después de que su madre le rociara con agua de la manguera del jardín. La madre del niño pretendía llenar la piscina de juguete en la que se encontraba el menor, sin saber que esa agua se encontraba ardiendo.El agua que se acumulaba en la manguera había guardado todo el calor de un día muy soleado y la madre del menor no se percató de ese detalle, cuando comenzó a rociar al bebé.La madre Dominique Woodger, dijo que no se dio cuenta de lo que había ocurrido : “Pensé que estaba llorando porque no le gustaba…odia que le eche agua en la cara”, señaló la mujer según publica T5.





Discussion about this post