Cada época gesta sus propios mitos. Sin duda veremos en algunos años que ese mito lo estamos creando ahora a través de este complejo proceso de trasformación social y espiritual. Será tal vez el mito de la mujer Andrógina, de la Guerra Espiritual, que manifieste el equilibrio entre lo femenino y lo masculino en sí misma. Estas habilidades le servirán para llevar a cabo la tarea más importante: unir a las personas en tono a un sentido, un ideal, un propósito. Éste es el matrimonio sagrado que tanto se ha prometido en la tradición. Este cambio puede asustar, pero donde hay miedo hay una posibilidad de adquirir poder personal.Creo que algo grave pasó después de la revolución femenina. Muchas mujeres cayeron en una suerte de autoengaño, creyendo que lo único que podrá resultar valioso era lo que pertenecía al mundo de las actividades masculinas. Muchas mujeres también hicieron un gran esfuerzo para llevar adelante sus carreras en este mundo competitivo pero, a la vez perdieron los dones de la feminidad. Las sociedades masculinas construyen estructuras piramidales. Las sociedades femeninas, en cambio, construyen modelos circulares, por eso el nuevo mito deberá recuperar algunos de los antiguos valores, espiritualidad práctica, independencia comunidad. Los círculos de mujeres juegan un papel importante y pueden ser el instrumento para el cambio. Ninguna mujer viaja sola. En estos círculos encontramos aliadas que nos ayudan a superar obstáculos y compartimos con ellas nuestro dones, somos escuchadas y contenidas, nos volvemos maestra unas de las otra.HaikuMi alma anarquitavive rompiendo moldes¿ Alguien lo sabe?Colabora: Aurora Bitó[email protected]





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