A través de una mirada uno puede conectar con las personas con más integridad, con más sentido y seguridad.Esta idea viene reforzada por un razón: la mayoría de nuestros movimientos y gestos pueden ser controlados a voluntad si uno así lo busca, pudiendo llegar con ello al engaño o a ciertas conductas encubiertas que esconden en ocasiones un doble propósito.La mirada, en cambio, así como los procesos relacionados con esta, como, por ejemplo, la dilatación pupilar, están controlados por el sistema vegetativo autónomo.Es, por tanto, imposible provocar a voluntad que nuestra mirada se dilate por esa emoción intensa cuando alguien nos atrae.Ese brillo peculiar no atiende a falsos propósitos, sino a un cerebro dominado por la atracción y el cariño sincero que, sin duda, suele reflejarse en nuestros ojos, en nuestra mirada. Los expertos en lenguaje corporal dicen que una de nuestras partes físicas que más puede decir de nosotros son, sin duda, los ojos. A mirarnos. Fuente: http://mejorconsalud.com/





Discussion about this post