Ante una nueva frustración de quienes esperan que el laudo de la Secretaría de Agricultura de la Nación resuelva las persistentes tensiones internas del sector yerbatero en zona productora, el Inym resolvió revisar la posibilidad de una concertación sobre los precios de la materia prima sin el tutelaje nacional.Lo hace luego de que los precios que fijó la Nación condujeran a los productores, tanto misioneros como correntinos, al camino de la movilización activa con una decisión que recuerda los ya lejanos tiempos de los “tractorazos” yerbateros, que llegaron hasta las puertas de la Gobernación, en Posadas, en un histórico reclamo de “precios justos” para el cultivo madre misionero. Por lo que se pudo advertir en los últimos días, el descontento es creciente en el sector primario al ver cómo una y otra vez el Directorio del Inym lo deja en la estacada a la hora de cumplir con la promesa que guió la creación de ese organismo; la fijación por consenso de precios para la materia prima que promuevan la igualdad en la distribución del ingreso y el bienestar de todos los estamentos por igual.La incapacidad en lograr el consenso en el Directorio es escasamente explicable si se entiende que el propio Instituto elabora una grilla de costos relativos que releva los valores mínimos que se deben pagar por la hoja verde y la yerba canchada en cada cosecha. La aceptación de valores objetivos como los que aporta la grilla de costos, es una alternativa razonable al no haber consenso sobre mayores incrementos. Por esa vía, de apostar a resolver “en casa” los conflictos y confiar en parámetros objetivos, se podría construir un proceso genuino de concertación que avance hacia un consenso superador. El punto de partida es reconocer el conflicto, o las diferencias, en la propia cuenca productiva. Y no apelar a arbitrajes externos, que sólo prolongan el disenso.
Discussion about this post