A la conductora escolar Ginger Maxville, de Oklahoma (Estados Unidos), le llamó la atención a un niño de seis años que no paraba de gritar y llorar en su asiento.Al principio no se dio cuenta de que el pequeño estaba rojo y reclamaba su atención porque se había tragado una moneda y no podía respirar."Pensé que estaba solo fastidiándome por no seguir mis instrucciones de que tenía que estar sentado", dijo a KTUL-TV. Pero cuando la hermana del chico, sentada a su lado, gritó que se había tragado una moneda, la conductora paró el autobús."Estaba rojo intentando conseguir un poco de aire", describió la conductora, que inmediatamente lo agarró y puso en práctica por primera vez en sus 17 años de carrera sus conocimientos de primeros auxilios: con unos golpes en el abdomen del pequeño, consiguió expulsar la moneda.Fuente:ADN





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