Los alumnos que asisten al Instituto Nuestra Señora de Fátima y que para llegar a destino utilizan las unidades del Sistema Integrado de Transporte deben pasar por situaciones sumamente peligrosas para llegar a clases ya que deben caminar varias cuadras bordeando la ruta nacional 12, e inclusive sobre la cinta asfáltica, porque los choferes se niegan a bajarlos en la parada que se encuentra a la altura del portal del colegio religioso. Los trabajadores del volante habían adoptado esta misma actitud después de las vacaciones de invierno del año pasado, y tras insistentes reclamos, volvieron a la normalidad. Al iniciarse el actual ciclo lectivo repitieron la maniobra que indigna a los padres de los estudiantes.María Fernanda, una madre preocupada, como tantas otras, por la suerte que pudieran correr sus hijos y molesta por la manera de proceder de la empresa, señaló que en esa ocasión “nos encontramos con que los colectivos ya no paraban en la puerta de la iglesia de Fátima, sin ningún aviso previo. Los chicos que debían bajar allí se encontraron con que el chofer no paró hasta el frigorífico, por lo que debieron caminar desde allí hasta la esquina donde funcionaba un bailable para llegar al colegio. Tras varios llamados, se consiguió que se retome esta parada”. Añadió que este año, el primer día de clases, se repitió la situación. “Tocamos el timbre luego del semáforo de la zona comercial, el colectivo pasó el portal de Fátima y se detuvo recién a la altura de un frigorífico, por lo que una vez más los niños que asisten al Instituto Nuestra Señora de Fátima se vieron obligados a caminar bordeando la ruta, incluso, sobre la cinta asfáltica, ya que cuando la zona se inunda no hay otra opción, con el peligro que esto significa”. La mujer refirió que luego de haber sobrevivido a la odisea llegó a la Estación de Transferencia y se encontró con un inspector a quien planteó la situación pero que sólo obtuvo como respuesta un “no puedo hacer nada, son órdenes que vienen de arriba”. Confió que “no podía esperar otra cosa. Prácticamente nunca se consiguen respuestas con estos personajes identificados con camisa caqui que aparentemente lo único que hacen es controlar que uno pague el boleto”.Sin poder digerir el mal momento, en horas de la tarde María Fernanda intentó comunicarme con el 0800 de la empresa y en esta oportunidad “fui discriminada por la zona en la que vivo. Una grabación dejó en claro que la empresa decidió bloquear las llamadas para la zona desde la que intentaba comunicarme. Fue entonces que debí recurrir al celular, con el costo que eso implica. Pero conseguí hablar con una de las chicas de atención al cliente pero con prácticamente la misma respuesta: es una orden de arriba y no se puede hacer nada porque es zona de obra y las banquinas se encuentran en mal estado”, comentó.Para que tengan en cuenta explicó que la obra se encuentra a la altura de la esquina del antiguo “Brasas”, desde hace ya varios meses, y que actualmente no se está trabajando. “Justamente en el portal de Fátima es donde mejor se encuentra la banquina. Evidentemente no hay intención de colaborar con los niños”, lamentó.¿Un favor?“Creo que pretenden hacernos sentir que nos hacen un favor llevándonos en sus colectivos. Sin embargo los misioneros debemos entender que prestan un servicio por el que pagamos un costo realmente importante. Somos nosotros quienes les hacemos un favor viajando en sus unidades, incluso como ganado, y merecemos un mejor trato”, aseguró.“Quizás entienden que debemos ceder a sus decisiones arbitrarias por el boleto estudiantil gratuito, que ellos no nos regalan. Es el Estado el que hará frente a ese costo e incluso así sólo nos ponen trabas: conseguir un formulario a través de Internet, firmarlo en la escuela y en la Policía para después entregarlo en una oficina donde las esperan superan la hora. Una vez más un modelo diseñado para los que tienen tiempo, no para quienes debemos tener por lo menos dos trabajos con cuyos ingresos lo que hacemos es, justamente, sostener servicios ineficientes como el que brinda el Sistema Integrado de Transporte”, concluyó.
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