El crimen perfecto no existe. Algo de cierto hay en esa vieja frase, porque en muchos homicidios se tiene identificado al asesino, pero no se lo puede capturar. No obstante, existen otros tantos que pueden encajar en esa categoría, porque simplemente los investigadores no tienen la más mínima pista o dato que pueda llevarlos hacia él o los autores. Incluso en algunos de esos hechos hasta se desconoce el motivo aparente del hecho. PRIMERA EDICIÓN recopiló sucesos criminales de los últimos cinco años en Misiones y que lamentablemente siguen impunes. Algunos donde los sospechosos están individualizados pero continúan fugitivos de la Justicia y otros donde el misterio que rodea el homicidio es tan profundo que no se sabe a ciencia cierta el móvil, más allá de las hipótesis que surgen desde la Policía, que por lo general suelen tejerse en torno a venganzas, ambición por dinero, robo, abuso sexual, cuestiones pasionales o delitos relacionados con negocios de frontera. En ese sentido se sabe que a veces ni las pruebas colectadas durante la instrucción de la causa acompañan las líneas investigativas. Los casos se estancan, se archivan, pero permanecen en la memoria de los deudos, de los familiares y amigos de las víctimas. En el mencionado lustro se contabilizan 39 crímenes que siguen sin resolverse en suelo misionero. Mientras tanto, parientes, amistades y allegados de las víctimas siguen reclamando Justicia y pronto esclarecimiento. Un recorrido macabro por estos últimos cinco años y cifras que parecen frías, pero que marcan una triste realidad: en la provincia aún existe el crimen perfecto y muchos muertos todavía no pueden descansar en paz. Cuando no hay motivo aparenteCuando un equipo de investigadores está frente a un homicidio, comienza a buscar pistas, datos y obviamente a un sospechoso. La posible motivación del asesino suele llevar a buen puerto a los pesquisas. Y si esa famosa y célebre punta de ovillo jamás se encuentra… Hay casos testigos, como el del empresario avícola Jorge Manfredi (51), el remisero Miguel Ángel Rojas (23), Roque Márquez (38), el comerciante Guillermo Leuberger (53), la pasera Leopoldina Rojas de Ferreyra (50), Francisco Antúnez (47) y el albañil Victor Molina (32). Miguel Ángel Rojas era un joven trabajador del volante que desapareció alrededor de las 15.30 del lunes 24 de diciembre de 2012, cuando recibió un llamado para un viaje. Lo buscaron intensamente durante días, hasta que su cuerpo fue hallado amarrado a un pino cerca de las 19 del sábado 29 de diciembre. La autopsia reveló que fue víctima de una interminable sesión de torturas en la que los homicidas (serían al menos tres) primero lo apuñalaron varias veces, después lo empalaron y finalmente le cercenaron el pene y los testículos. Hasta la fecha, no hay indicios firmes respecto al móvil, solo conjeturas que no tienen asidero y no conducen a echar luz sobre el horrendo caso. El 25 de noviembre de 2013 a las 11.30 fue hallado un hombre malherido en la avenida López y Planes casi Santa Catalina. Era Roque Márquez, oriundo de San Vicente. Momentos antes vecinos de la zona avisaron a la Policía del hallazgo de la víctima en plena vía pública. Tenía una herida cortante en la cabeza. Entonces, efectivos de la Segunda dieron aviso a autoridades sanitarias, por lo que fue trasladado al Madariaga, donde dejó de existir al día siguiente. Misterio en el río ParanáLo que se supo del caso Manfredi es que su última actividad fue salir a pasear en su moto acuática por el río Paraná. Minutos después de las 18 del martes 15 de enero de 2013, llamó a un conocido para decirle que había extraviado las llaves y que lo vayan a auxiliar. El jet ski apareció ese mismo día (a las 19.45) flotando cerca del Paraje Los Silos, en Paraguay, frente a Nemesio Parma. Se inició una búsqueda que acabó al día siguiente, cerca de las 19.50, cuando se halló el cuerpo flotando sin vida a unos 4 mil metros río abajo de la isla del Medio. Al día siguiente la autopsia reveló que Manfredi había sufrido tres golpes en la cabeza y que todo había sido un homicidio. Nunca se obtuvo una pista fehaciente con respecto al móvil concreto del hecho. Mucho menos a los asesinos. “Lo secuestraron, lo mataron y arrojaron el cuerpo al río”, sentenció Rubén Manfredi, padre del empresario. Fue al cumplirse tres años del asesinato.Desde la Justicia se pidió investigar desde el entorno hasta las conexiones comerciales de Manfredi. Nunca hubo una pista concreta que permitiera descifrar quien o quienes lo asesinaron. Una de las cuestiones que más dificultó la investigación fue que el homicidio al parecer se cometió en medio del río Paraná. El jet ski de la víctima fue sometido a múltiples pericias. No se halló nada. Nadie pudo saber jamás que fue lo que sucedió El comerciante Guillermo Leuberger estaba atendiendo solo su despensa de Eldorado, el martes 3 de diciembre de 2013. Eran las 20.30. Alguien le efectuó un disparo a quemarropa en el pecho. El arma fue revólver calibre 38. Fue su concubina quien le contó a la Policía que en momentos en que se retiró hacia la parte posterior del almacén escuchó una discusión entre su pareja y un tercero, tras lo cual escuchó una detonación. Cuando fue a ver qué ocurría, halló el cuerpo sin vida de su pareja. Como el autor del hecho no se llevó nada, la Policía descartó un hecho en ocasión de robo. Otro caso sin motivo aparente y donde se creyó al principio que hubo abuso (la autopsia dijo lo contrario) fue el domingo 13 de julio de 2014. A las 18.30 fue hallado el cadáver de la pasera Leopoldina Rojas de Ferreyra. Estaba a 100 metros del acceso a las 600 Hectáreas, a dos Kilómetros del centro de Iguazú. Más precisamente a un costado de un trillo, vestido apenas con una bombacha y un corpiño. La bombacha estaba baja, por eso se supuso que pudo tratarse de un ataque sexual. Además, los peritos encontraron marcas de golpes en el rostro. Descartaron que fue violada y aseguran que apareció así para desorientar a los investigadoresOtro hecho del cual no se sabe el motivo y sigue impune es el crimen de Francisco Antúnez, el domingo 17 de agosto de 2014. El hombre fue atacado a cuchillazos mientras caminaba de noche, en la avenida Los Pioneros de Andresito. Finalmente y uno de los casos donde las hipótesis son más de una y que sucedió recientemente es el del albañil Víctor Molina (ver aparte). Si bien existen dos prófugos con pedido de captura internacional, no se sabe porqué lo mataron. Los NN con sello mafiosoEn estos cinco años dos fallecidos en forma violenta no fueron identificados aún y no se sabe tampoco porqué los asesinaron. El primero de ellos fue hallado el martes 29 de abril de 2014 a la vera de la ruta provincial 5, en San Ignacio. De unos 40 años, fornido, 1.75 metro y 120 kilos, estaba atado de pies y manos
vistiendo únicamente un bóxer y una camisa. Tenía cinco disparos de arma de fuego en el pecho. Los policías descubrieron que fueron realizados a corta distancia, es decir que fue ejecutado. Y que además actuaron con dos armas, ya que había proyectiles de dos calibres diferentes (serían 38 y 22). Más recientemente, el viernes 15 de enero pasado el cuerpo de un hombre hallado en el río Paraná conmocionó a los pesquisas. Por la forma en que apareció el cuerpo, sumado al resultado de la necropsia, no hay dudas de que pudo tratarse de un ajuste mafioso. Estaba rodeado por una cadena y se supo que lo asfixiaron antes de arrojarlo al cauce. Con la marca de los sicarios y con hipótesis poco firmes En medio de la escalada de crímenes perpetrados en los últimos cinco años y que están sin resolver, se deben destacar que hubo al menos dos homicidios con sello característico de los sicarios o asesinos por encargo, según creen los investigadores. Aquí tampoco existen causas concretas que puedan llevar a afirmar el motivo preciso de los homicidios. Uno de ellos fue el del empresario de remises Carlos Marhardt (42). El hombre tomaba mate en la vereda de su domicilio de la calle La Paz de Eldorado, junto a su pareja, el martes 21 de abril del año pasado, alrededor de las 20.30. En determinado momento cuando a la escena arribó una motocicleta con dos ocupantes, uno de los cuales -encapuchado- se bajo del rodado y lo acribilló a balazos. Marhadt recibió al menos tres impactos en el pecho y la cabeza, y murió en el acto. Creen que los asesinos utilizaron un revólver calibre 38 milímetros. Aún se desconocen los motivos del brutal homicidio. Finalmente, se debe destacar el caso de Rodolfo Trinidad (45), por el cual tampoco hay detenidos y solo se barajan hipótesis sin sostén de evidencias concretas. El pasero oriundo de Paraguay fue acribillado el martes 20 de octubre de 2015, a las 20.45 en la esquina de la avenida Martín Fierro y la calle Zabala de Posadas. Se cree que dos sicarios que escaparon en un utilitario blanco, que quedó grabado en los videos de seguridad de la zona fueron quienes lo mataron a balazos. La víctima circulaba al mando de una camioneta Nissan 4×4 de matrícula paraguaya cuando repentinamente fue atacado. Reciente y sin detenidosVíctor Molina (32) fue asesinado de un disparo en la cabeza, desde atrás, en la modalidad ejecución. Por el homicidio hay dos prófugos, ambos oriundos de Buenos Aires. El crimen fue perpetrado en la localidad de Puerto Libertad el pasado martes 23 de febrero y en la misma vivienda donde posteriormente fue hallado el cadáver. Los sospechosos fueron vistos haciendo trabajos de albañilería junto a la víctima en la misma propiedad donde cinco días después hallarían su cuerpo. Los restos del infortunado albañil fueron encontrados bajo seis metros de profundidad. Estaba sepultado con una mezcla de cemento, cal y escombros. El homicidio guarda ribetes mafiosos y por el momento los investigadores no tienen una hipótesis firme del motivo del crimen.





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