Una veintena de piquetes realizados por trabajadores despedidos de la empresa Austral Construcciones aislaba a varias ciudades santacruceñas este vienes y amenazaba con desabastecerlas de alimentos y combustibles durante el fin de semana.La ruta nacional 3 es el único y principal vínculo del norte de la provincia con el sur y al estar cortada los camiones que llevan alimentos, medicamentos y combustibles no pueden llegar a sus lugares de destino.Cristian Salazar, secretario general de la UOCRA Zona Norte de Santa Cruz, llegó en la madrugada a Río Gallegos acompañado por otros dirigentes gremiales del sector para pedir una reunión con altos funcionarios del Gobierno de Alicia Kirchner, aunque no encontró respuesta.Los representantes gremiales llegaron desde la ciudad de Caleta Olivia y alrededores, pero al no conseguir una entrevista con funcionarios decidieron realizar un acampe frente a la Casa de Gobierno provincial al menos hasta ser recibidos para plantear la necesidad de soluciones.Los piquetes sobre las rutas clave de la provincia provocó que unos setenta camiones cisternas que transportan combustibles y gas licuado se encuentran paralizados en inmediaciones de dos estaciones de servicio de Caleta Olivia, unos 700 kilómetros al norte de la capital provincial.La administración de Alicia Kirchner ordenó que las puertas de la Casa de Gobierno fueran cerradas y que se incremente la vigilancia policial para evitar que los manifestantes intenten ingresar por la fuerza, sin contar antes con una audiencia programada. Ante el recrudecimiento de la situación de los 1.800 despedidos de la empresa Austral Construcciones, los manifestantes decidieron dejar sin efecto la flexibilidad que habían tenido en los piquetes en diferentes rutas provinciales y nacionales, para liberar de manera constante el paso de vehículos particulares. Los principales y más firmes se mantienen en los accesos sur (Ruta 3) y oeste (Ruta 12) de Caleta Olivia, donde -salvo casos de emergencia- nadie puede circular por lapsos de cuatro horas, recordándose que la máxima restricción llegó a ser de ocho, publicó el diario El Patagónico. Ahogo financieroLa gobernadora de la provincia Alicia Kirchner consideró este jueves que se está realizando un “ahogo financiero” de la provincia, en medio de los piquetes de los trabajadores nucleados en la UOCRA, que reclaman falta de pago de la empresa Austral Construcciones, que a su vez aduce deuda de la Nación en la certificación de las obras.“Estoy enormemente preocupada porque realmente las obras nacionales, que son el 97 por ciento de las obras que tiene esta provincia, están paralizadas. Fíjense que estas obras que se están haciendo implican 2 mil millones de pesos y no estoy hablando de las represas, que son casi 4 mil millones de dólares”, indicó la mandataria provincial.Además –entrevistada por la prensa local- dijo que, por este tema, el empleo de la construcción se ve seriamente deteriorado y se mostró preocupada por la situación de los trabajadores. “Ni bien asumí, el primer reclamo que hice al Presidente (Mauricio Macri) y en las reuniones posteriores, es que se siguiera el tema de las obras públicas en nuestra provincia. Nos dijo que eso no se iba a interrumpir”, sostuvo.Sin embargo, a modo de ejemplo, informó que el Hospital Materno Infantil que se licitó y cuya obra quedó a cargo de la empresa Esuco, “obra que para nosotros es imprescindible”, se paralizó, como así también, un gasoducto.“Hay un desentendimiento del Gobierno nacional en esta temática”, calificó la gobernadora Kirchner.Alicia Kirchner calificó como “absoluta y total” la responsabilidad por el conflicto al empresario Lázaro Báez, propietario de Austral Construcciones. Y añadió: “Cuando vos tenés la responsabilidad de llevar una obra adelante, tenés que cumplir primero que nada con los trabajadores. Yo siempre voy a estar al lado del trabajador, esto ténganlo en cuenta”.Sin embargo, también afirmó que se está produciendo un ahogo financiero a la provincia: “Qué está trayendo este corte. Disminuye la actividad comercial, disminuye la actividad petrolera, el mes de viene las regalías van a bajar. Ya las empresas nos han avisado que están en riesgo puestos de trabajo. No es bueno este tipo de medidas”. Aunque aclaró que “obviamente que yo nunca voy a estar del lado de la represión”.Al respecto, afirmó: “Yo sé que mi apellido tiene un precio, lo sé absolutamente, pero trabajé 12 años en un proyecto con convicciones, creo en la dignidad, me parece muy bajo que se corra a las personas por la manera de pensar o por la filosofía política que tienen. Avasallar en estos términos no es bueno. Pero me siento orgullosa de llevar mi apellido”.Aclaró, en contraposición a lo que parece ser la lógica en otros distritos que “no quiero hacer ajuste en mi provincia, pero tampoco voy a tener los ingresos para poder mantener las condiciones en las que estamos en este momento”. Fuente: Agencia de Noticias NA
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