La televisión porteña

 Señora Directora: Como todos sabemos, la República Argentina aparece dividida en dos partes: la Capital Federal (ahora Ciudad Autónoma de Buenos Aires) y el interior, o sea, ¡nosotros! Los distintos canales de la mayoría de los canales de televisión porteña son muy  variados y, en varios casos, ordinarios. Tenemos estudios con dos, tres y cuatro personas y todas hablan al mismo tiempo. Sobresalen en estos casos estridentes voces femeninas que pretenden imponer su criterio en todos los temas que se tratan-En los reportajes se hacen largas preguntas y cuando el entrevistado se dispone a contestar, la persona que pregunta amplía su frase, en la mayoría de los casos totalmente incoherente. Otro detalle: en la actualidad la intención es desanimar a la población con los precios, el dólar, el combustible, etc., cuando todo el país del interior sabe que la perversamente empantanada economía no se puede mejorar en una semana. Hay comentaristas que analizan letra por letra cada medida de cada ministerio y en lugar de apoyar al gobierno para que se recupere todo.Al interior no le interesa tres pepinos la farándula porteña; ¡qué ordinaria manera de meterse en las vidas privadas de cada uno! Estimulan los enfrentamientos entre divas que a nosotros no nos importa para nada.Otra: se recordará el daño que causó la creciente del río Uruguay especialmente en la ciudad de Concordia. Cada media hora, detalle por detalle, se fugan tres presos de una cárcel y hasta el día por hoy. Nada de Concordia.Ningún canal aceptó haberse tragado el sapo de que estaban los tres recuperados, cuando era solo uno. Entonces no tuvieron mejor intención que desviar esa tragada al Ministerio de Seguridad.Poco profesionalismo y bajo nivel intelectual. Pobre fauna que va llegando en camalotes a las costas porteñas. Seguramente matarán a cuanto bicho llegue. Si tuvieran un mínimo de conocimiento se los aislaría, pero eso depende de las autoridades respectivas. Al menos se da importancia al folclore nacional.En definitiva, la televisión porteña solo genera interminables polémicas.