Señora Directora: El martes leí en este medio (8 de diciembre de 2015, página 3) la carta dirigida al Sr. Gobernador; "Mesa de diálogo policial pide continuidad de los jefes". Me pregunto: ¿Es correcto que un grupo de policías “adjudicándose la representación de la totalidad del personal (Policía y Servicio Penitenciario provinciales)” se dirijan condicionando sin sustento alguno, real y válido al Sr. Gobernador con expresiones tales como: “Ante distintas versiones que se vienen generando alrededor de las nuevas designaciones de autoridades que lo van a acompañar en su gestión”?Me parece que se han equivocado y muy feo, ese no es su rol, ¿no será mejor que la mesa de enlace o diálogo empiece a trabajar para devolvernos a los ciudadanos y a un gobierno que mucho ha hecho por ellos, algo, un poco, de servicio a la comunidad?Si hoy a un agente de policía le preguntan; ¿a cuantas cuadras estoy de calle Rivadavia?, no te sabe contestar. Si uno se para a mirar una vidriera, escucha que el propietario le dice con tono subido al policía; te pago para que me cuides el local no para estar jugando con el celular. Tampoco le preocupa a esta mesa la muerte de un par, sargento Ariel Acosta, ni mucho más las declaraciones públicas de su padre, donde manifiesta que a su hijo le ordenaban ir en punta o guía en la ruta para el transporte de drogas. ¿Será que los superiores hoy “apoyados” desconocían esto?En estas cosas sencillas y cotidianas se refleja su accionar, pero…¿Dónde estamos si condicionan a un Gobierno sobre quiénes deben conducir la institución? ¿Qué tenemos que esperar? ¿Que mañana sean los docentes quienes protesten para imponer su ministro o presidente del Consejo? Así en cualquier organismo del Estado, Registro, Agro, Ecología, etc., tendrían el mismo derecho. Claro está que esto solo puede ocurrir en un gobierno debilitado. Teniendo familiar en ambas fuerzas (PP y SPP) todavía no entiendo la autonomía que tiene este grupo; representar a la totalidad cuando no todos se sienten representados.Y las vías jerárquicas ya no se respetan o es consensuado, subalternos que apoyan a superiores que no quieren irse y del otro lado prebendas para quienes apoyan.Cuantos valores se han perdido, antes se ponían las renuncias a disposición de las autoridades para que tengan la “libertad” de designar a los hombres de mejor perfil quienes acompañarían a la nueva gestión.





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