Recuperó la libertad en los últimos días el suboficial de la Policía de Misiones que permanecía detenido bajo sospechas de formar parte de la banda tipo comando que en agosto pasado maniató al sereno de una agencia de turismo de Puerto Iguazú y se llevó alrededor de 300 mil pesos, según las fuentes.El efectivo, que al momento del hecho prestaba servicios en la comisaría de Comandante Andresito, recibió la falta de mérito, que quiere decir que hasta el momento las pruebas recolectadas en el expediente no son suficientes para imputarle algún tipo de participación en el hecho.De todas maneras, el uniformado continuará bajo la lupa de la investigación que comanda el magistrado Osvaldo Rubén Lunge, subrogante del Juzgado de Instrucción 3 de la Tercera Circunscripción?Judicial, al menos hasta que se dicte el sobresimiento definitivo.PRIMERA EDICIÓN había anticipado en su edición del último viernes que la fiscalía a cargo del letrado Martín Brítez había solicitado la falta de mérito justamente ante los elementos recolectados en el expediente, que consideró insuficientes para que el suboficial permanezca tras las rejas.Ahora, con la liberación del policía, la causa quedó sin detenidos. No obstante, las fuentes indicaron que las pesquisas continúan y que en los próximos días se podrían registrar novedades.El agente se encontraba tras las rejas desde el martes 11 de agosto, cuando fue arrestado por su presunta vinculación con la banda que asaltó la agencia de turismo de Puerto Iguazú un día antes, es decir, el lunes 10.En aquella oportunidad, alrededor de las 4, un grupo integrado por al menos cuatro delincuentes encapuchados sorprendió al sereno del local, emplazado en la intersección de las calles Primero de Mayo y Ushuaia, a pocos pasos de la avenida Victoria Aguirre, principal acceso a Puerto Iguazú.Para los investigadores, los ladrones sabían lo que hacían. Rápidamente ubicaron al cuidador y lo redujeron.?Maniatado, el sereno fue encerrado en el baño del local para evitar cualquier tipo de resistencia. Entonces tuvieron la agencia a su merced. Así se alzaron con tres cajas de seguridad metálicas en la que había una suma que, se supo luego, rondaría los 300 mil pesos en efectivo.El grupo salió del lugar con el botín y escapó a bordo de un Volkswagen Gacel. No lo sabían, pero la fuga quedó registrada en las cintas de las cámaras de seguridad de un comercio de las inmediaciones.Esas imágenes permitieron dar con el propietario del automóvil, quien fue detenido al día siguiente. Y de esa primera aprehensión, la pista los llevó hasta el suboficial, quien había pedido prestado ese auto durante aquella madrugada.Sin embargo, un análisis pormenorizado del expediente llevó a la liberación del uniformado, en virtud de que lo único en su contra era la declaración del dueño del Gacel, además de que en ningún momento se secuestró en su poder armas o grandes sumas de dinero.El policía fue el segundo liberado en la causa, ya que previamente el dueño de ese automóvil también había recuperado la libertad. Los investigadores intentarán ahora seguir una serie de pistas que manejan desde hace varios días para continuar con la pesquisa.





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