POSADAS. En 2011, el Concejo Deliberante de esta capital aprobó una ordenanza donde, entre otras cosas, se establecía la obligatoriedad de que los bares, restaurantes, cafés y confiterías deben contar con cartas o menúes con el sistema Braille para las personas no videntes. Pero esta norma nunca se reglamentó, ya que a la hora de analizar la implementación, especialmente la impresión de las cartas o menúes, se encontraron con la dificultad de que en Misiones no hay una impresora con sistema Braille que se pueda utilizar para que los comercios hagan las impresiones. PRIMERA EDICIÓN dialogó con Martín Oria, presidente de Amhbra, quien explicó que la ordenanza no fue reglamentada: “El año pasado el Concejo Deliberante nos invitó a una reunión para charlar, las partes estuvimos reunidas y nosotros como Asociación dejamos bien en claro que es una necesidad, que hay que ponerlos (los menúes en Braille), pero lo que había que saber es cómo implementarlo. El primer problema que había era que no había quién haga las cartas de menúes, porque es una impresora especial. La tenía la gente del Centro del Conocimiento, pero no estaba funcionando; esto fue el año pasado”. “Dejamos bien marcada nuestra postura de que es una necesidad y que había que ponerlas sí o sí. Lo que pedíamos es que haya un criterio, porque sino, el Concejo saca la ordenanza y después la Municipalidad te puede sancionar porque no hay un criterio definido. Por ejemplo, si un restaurante tiene 20 cartas, algunas en portugués, otras en inglés y en español, entonces necesitamos saber cuántas requieren con este sistema. Porque no estaba reglamentado ese tipo de cosas. Lo que yo planteé es que nos garanticen de dónde nos proveemos y automáticamente hay que hacerlo. Pero después de esa reunión no se volvió a hablar del tema”, indicó.Agregó también que “desde la Asociación estamos de acuerdo en que esto se tiene que tener, porque es un servicio a la comunidad; como hoy lo del perro lazarillo ya es una ley, esto también tiene que hacerse, tenemos que adaptarnos a las necesidades de todos los ciudadanos”. “Por ahora nos arreglamos como podemos. La ordenanza está, pero nunca se reglamentó. Hay cosas que no son negociables y es que se tiene que reglamentar para tener en claro las cosas”, insistió. Desde el Centro del Ciego, la coordinadora de rehabilitación, Liliana Garayo, indicó sobre este tema que “nosotros como institución no hemos participado en las reuniones, nosotros no tenemos una impresora de Braille, lo nuestro es manual. Pero vemos esto como una necesidad, ya que favorece la accesibilidad, porque son espacios de acceso común a cualquier persona, y como el paradigma de la inclusión está por todos lados, es una manera de favorecer la inclusión y que la oferta también sea más amplia. Así como se hizo accesible Cataratas, por ejemplo, ante el tema de ascensores, un restaurante es un espacio público que sería beneficioso que esté accesible para las personas ciegas y no es tan dificultoso. Habría que ver un sistema para el cambio de precio, ver cómo se puede hacer para modificar eso”. La profesional explicó también que las impresoras en sistema Braille son muy costosas y no se fabrican en el país. Cuando se planteó el tema de las cartas y menúes, el Centro del Ciego hizo muestras. “Cuando hablaron con nosotros, lo hicimos. Creemos que con dos cartas por restaurante estaría bien. Nosotros , la manera en que tenemos de hacerlo es con la máquina Braille, siempre estamos haciendo cosas en la máquina. Cuando se inició todo el tema de accesibilidad en Cataratas, nosotros ayudamos con la señalización y después ellos siguieron”, explicó. Obstáculos parala implementaciónTambién desde la Dirección de Discapacidad de la Comuna local, su directora Mabel Famularo contó que uno de los problemas que se presentó con esta ordenanza fue la impresora de sistema Braille: “Acá en Posadas no hay imprentas que impriman en Braille, hay una impresora en el Centro de Conocimiento, pero hace el material que ellos producen. Ese sería un obstáculo. Habría que mandar a Buenos Aires, porque averiguamos y no existe la posibilidad de que en Posadas se imprima. Sólo en la Biblioteca del Ciego de Buenos Aires”.Pero además, apuntó, “si los menúes para personas no videntes están impresos sólo en Braille, habría que tener una persona en el local que lea Braille; sino, ¿como va a saber? En la Dirección de Discapacidad tenemos tres personas ciegas, hicimos un planteo de que no tiene que ser todo el menú en Braille, sino una parte, como ser al plato, a la carta, autoservice o delivery, qué tipo de servicio ofrece en general y después decir carnes, pastas, pescados, pero tampoco poner los precios, porque van variando, no es la transcripción del menú”. Indicó que “para que sea efectivo y sustentable, sobre todo, habría que imprimir en hojas donde tengan la impresión en cinta, para que la persona que no lee Braille sepa qué le está ofreciendo, y no es tan simple. Nosotros habíamos hablado para comprar una impresora Braille, pero también se sabe que estas impresoras tienen un período corto de uso por el sistema que utiliza”, dijo. Para Famularo, “sería más interesante capacitar a los mozos en la atención a personas con discapacidad visual, porque eso sí es más efectivo: hay todo un sistema de dónde ubicar los alimentos sólidos en el plato, dónde ubicar las copas, hay todo un criterio y eso no lo manejan. Es todo el tema de accesibilidad y atención a personas con discapacidad, pero también es una cuestión actitudinal y el conocimiento del que ofrece el servicio, esto es mucho más importante que la cartelería, el Braille y todo eso: el conocimiento de cómo atender a una persona con discapacidad visual es mucho más importante”. Igualmente, expresó, “estamos trabajando en esto y viendo de qué manera implementarlo y que sea integral, eficiente y que sea posible. Es algo bueno, pero no hay de dónde proveer las cartas y menúes; sí sería factible capacitar al personal, ésto es más importante aún”.





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