Esto produjo un encontronazo entre los ediles renovadores y la oposición con acusaciones cruzadas y pedidos de disculpas. Hasta se habló de violencia de género.
Finalmente, cuando parecía que se iba a aprobar con la mayoría oficialista, pasó a comisión. Un verdadero papelón es lo que pasó el lunes último en el Concejo Deliberante de esta ciudad durante el tratamiento del proyecto de mejoras del cementerio local donde se piensa invertir más de un millón y medio de pesos.
El tema entró como agregado en las presentaciones oficiales. Se dio lectura y el edil renovador Esteban Suárez pidió un cuarto intermedio y que el Deliberativo se reúna en Comisión Especial para tratar el tema.
Por su parte, la concejala del Frente Unidos por la Democracia pidió que pasara a Comisión para ser estudiado ya que había algunas cosas que consultar y aclarar, como la mano de obra, dónde lo iban a hacer, el costo y si había un llamado a licitación o algo así. No la tuvieron en cuenta y pasaron a un cuarto intermedio
El proyecto del ejecutivo prevé la inversión de un millón cien mil pesos de la cuenta de recaudación por la venta de remanentes de la exruta nacional 14. Y quinientos mil con fondos de la Nación. La intención es cerrar el cementerio con un cerco perimetral y hacer algunas mejoras que reclama la sociedad ante el abandono del mismo.
Una vez en la oficina, según el relato de Carballo, le dejaron sobre la mesa en el lugar reservado para ella la copia del proyecto con los planos. Siempre en el relato de ella, pidió nuevamente las explicaciones sobre el origen del dinero, los montos y los costos de la obra y qué mano de obra se iba a utilizar. Ya que hay cuestionamientos en el Concejo Deliberante sobre la utilización de las cooperativas de trabajo que suele utilizar el Ejecutivo para la construcción de obra pública que maneja en forma directa.
Entonces, y siempre según el relato de Carballo, el edil del Frente Renovador, Raúl Peñalba llamó por teléfono al secretario de Obras Privadas y le dijo delante de todos “Arquitecto Alfici te voy a hacer una preguntonta”, la concejala Clelia Carballo se retiró de la reunión y dijo que es una falta de respeto. Luego intentaron hacerla volver, pero ella desistió y pidió que su voto en ese dictamen sea una abstención.
Luego de un cuarto de hora los ediles renovadores volvieron al recinto y dieron lectura al dictamen y sorpresivamente para los presentes resolvieron pasar a comisión. No trascendió por qué bajaron la aprobación en forma inmediata e inminente que iban a hacer porque para eso pasaron a Comisión Especial. Es que el reglamento interno del Concejo dice que no se puede aprobar una ordenanza donde hay erogación de dinero con un tratamiento sobre tablas y sí o sí tiene que haber un dictamen de Comisión. Con ese fin pasaron al cuarto intermedio.
Luego de la lectura, el concejal Peñalba explicó que no fue su intención agredir verbalmente a la edil opositora y pidió disculpas. Pero le reclamó que ella se opone a los proyectos oficialistas. Esto no quedó ahí, su par Esteban Suárez pidió la palabra y dijo que “fue un malentendido y no fue de ninguna manera violencia de género. Se dice por ahí que nosotros hacemos diferencia porque ella es mujer y no es así”.
Lo cierto es que nadie había expresado nada de eso, pero el concejal sólo salió al cruce de una versión que nunca había surgido ni se había escuchado.
Finalmente, el proyecto pasó a la comisión para ser evaluado. No se entendió la maniobra de los ediles renovadores que tienen los votos para aprobarlo. Sin embargo, bajaron ante el apuro del Ejecutivo que les exigía que lo aprobaran ese mismo día.