BRASILIA, Brasil (Agencias y diarios digitales). La presidenta de Petrobras, Maria das Graças Foster, renunció ayer a su cargo junto al resto de los directores de la estatal brasileña, sacudida desde hace casi un año por un millonario escándalo de corrupción.En una nota al mercado la mañana del miércoles, Petrobras informó “que su Consejo de Administración se reunirá el próximo viernes para elegir al nuevo directorio después de la renuncia de la presidenta y los cinco directores”.La petrolera está sumergida en un escándalo de corrupción sin precedentes, por el que la Justicia investiga una red ilegal de sobornos entre Petrobras y empresas constructoras que habría actuado durante una década y movió unos 4.000 millones de dólares.La decisión se hace oficial después de una jornada plagada de rumores y euforia en el mercado en que las acciones de Petrobras se dispararon más de 14%.“Graças Foster fue una gerente muy pasiva (…), demostró pasividad al no enfrentar la situación, no entendemos qué la llevó a eso. No creemos que esté envuelta en la trama de corrupción, pero claramente no reaccionó con firmeza”, dijo a la AFP Alex Agostini, economista jefe de la calificadora de riesgo Austin Rating en São Paulo.El expresidente del Banco Central Henrique Meirelles es uno de los principales candidatos a ocupar la silla, según versiones de prensa.Mercado espera nueva directivaPetrobras es una empresa de capital abierto bajo control del Estado.El mercado pedía a gritos la salida de Foster y sus directores para recuperar su confianza. Pero la presidenta Dilma Rousseff se oponía a su salida y reiteró en diciembre su confianza en Foster, su amiga por más de quince años.Los papeles de la compañía tuvieron el martes su mayor alza en 16 años en medio de las versiones de que Foster saldría, culminando una semana en la que llegó a perder casi 9.000 millones de dólares de valor bursátil y donde le recortaron la nota crediticia dos veces a causa de la publicación del balance del 3T de 2014 que no contempló las pérdidas contables por el caso de corrupción.Tras la espectacular alza del martes recuperó su valor de mercado a 128.880 millones de reales.“El mercado ahora va a esperar el nombre del sucesor de Foster para reaccionar. El Gobierno debe nombrar a una persona independiente, que no sea un cargo político. Un técnico con experiencia en gestión”, indicó Agostini.Foster estuvo reunida con Rousseff en Brasilia durante la tarde del martes y luego partió a Río de Janeiro sin hacer declaraciones a la prensa.El Gobierno aún no se pronunció sobre la salida de Foster. Según el diario económico Valor, el ministro de Finanzas Joaquim Levy, bien visto por el mercado, encabezará el cierre del balance anual auditado que la empresa debe presentar en marzo.Consultada por la agencia AFP, Petrobras no comentó sobre este punto.La salida de Foster se selló después de que la semana pasada la compañía publicara sus resultados del tercer trimestre sin el aval de una auditoría internacional ni considerar los perjuicios contables por el caso de corrupción.Petrobras determinó un sobrecosto de 88.600 millones de reales (34.000 millones de dólares) en parte de sus activos, según este balance, pero sin precisar cuánto de este monto corresponde a pérdidas por corrupción.Según la prensa local, esa imprecisión terminó de hacer cuajar la salida de Foster.Antes de que se destapara la olla de corrupción, ya otro escándalo sacudía Petrobras: la polémica compra de la refinería de Pasadena en Estados Unidos, en la que la estatal perdió 792 millones de dólares.La propia Foster reconoció que no había sido un buen negocio para la estatal.El momento de las renuncias fue una sorpresa para el gobierno de Rousseff, que esperaba ganar más tiempo para encontrar a los posibles reemplazantes, dijo una fuente de Gobierno a la agencia Reuters bajo condición de anonimato.Rousseff ya pidió al ministro de Hacienda, Joaquim Levy, un economista preparado en la Universidad de Chicago, que le ayude a sondear posibles candidatos para un nuevo liderazgo de Petrobras, dijo el martes a Reuters otra fuente de Gobierno.Los inversores han estado apostando a que un nuevo liderazgo ayudará a restaurar la credibilidad de la compañía -sacudida por un escándalo de corrupción-, que incremente la producción y las ganancias.“Graças (Foster) no es el mayor problema de la empresa, pero es un mensaje”, dijo João Pedro Brugger, analista de acciones de Leme Investimentos. “La empresa está tratando de decir al mercado que su gestión será más profesional”.Siguen las dudasLa presión ha estado aumentando sobre Rousseff para que termine con la corrupción en Petrobras, cuya reputación sufrió por el arresto y testimonio de tres ejecutivos de alto rango y de otras treinta personas, incluidos directivos de importantes proveedores.La policía ha dicho que destapó un esquema de arreglo de precios y sobornos que supuestamente benefició al Partido de los Trabajadores de Rousseff y a otras agrupaciones políticas.Los opositores de Rousseff, que veían a Foster como la última línea de defensa de la presidenta, han acelerado sus esfuerzos para iniciar una investigación en el Congreso sobre la trama de sobornos, con la intención de que el Gobierno asuma su responsabilidad por la corrupción.El escándalo planteará nuevos problemas a Rousseff a fines de este mes, cuando los fiscales mencionen a los políticos de su partido y de su coalición que supuestamente habrían recibido sobornos para contribuir a sus campañas.Según una fuente con conocimiento del asunto, los ejecutivos que renuncian junto a Foster son el presidente financiero, Almir Barbassa; el presidente de exploración, José Miranda Formigli; el presidente de refinación, José Carlos Cosenza; el presidente de ingeniería, Jose Antonio de Figueiredo y el presidente de gas y energía, José Alcides Santoro Martins.El presidente de gobierno corporativo João Elek y el de asunto corporativos José Dutra permanecerán en sus cargos, agregó.





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