OBERÁ (Enviado especial). El abogado de los policías imputados en el marco del juicio por el crimen de la adolescente Silvia Andrea González, Javier Millán Barredo, fundamentó ayer su alegato absolutorio en que la acusación contra sus defendidos “fue un circo”. El letrado, quien representa a los efectivos que prestaban servicios en la comisaría de Campo Viera al momento del hecho, Miguel Ángel Silvera, Cristian Orlando Morel, Alejo Ramón Zayas y Jesús Rubén González (procesados por incumplimiento de los deberes de funcionarios públicos), dijo además que los mismos fueron sospechados en la causa por el testimonio de “cuatro presos y dos turras” (sic), en relación a testigos que declararon durante la etapa de instrucción.Millán Barredo agregó que “luego del primer juicio oral donde se tenía a dos imputados, Fabiana Cantero y Marciano Benítez, fue todo un circo. El expediente pasó a tener 20 cuerpos y se sumó a diez acusados. El pueblo quería sangre y tenían que darle sangre, no puede ser que por el testimonio de cuatro presos y dos turras se cuestione la conducta de la policía que estuvo a cargo de la búsqueda de la menor cuando estaba en condición de desaparecida”. Explicó además que “el comisario general Héctor Bonifato (actualmente retirado y en ese entonces a cargo de la Unidad Regional II de Policía con asiento en Oberá), contó que fue al pueblo tras la denuncia de la desaparición a la casa de la familia y se organizó la búsqueda en la zona rural, ya que era más factible y sencillo rastrillar en ese sector del poblado”. Seguidamente el abogado indicó que “cuando en la Fiscalía preguntaron por qué no se buscó en el pueblo a la menor, se tiene que tener en cuenta que en esa localidad o en el casco urbano había unas 2.000 viviendas, es decir, que era más sencillo buscar en distintos sectores aledaños que obtener 2.000 actas o autorizaciones para concretar allanamientos”. El letrado dijo que “la Policía en todo momento investigó o se entrevistó con el círculo de amistades y el entorno familiar de la víctima”. Por otra parte, señaló que “tras comenzar los rastrillajes para tratar de ubicarla, hubo elecciones, por lo que los efectivos fueron apostados para los comicios. No obstante el operativo siguió la otra semana, se reinició la búsqueda”. Finalmente Millán Barredo dijo que “por las distintas evidencias halladas al lado del cuerpo de la víctima, se comenzó a poner bajo la lupa a Marciano Benítez y por distintos indicios y testimonios del entorno de Silvia Andrea llegaron hasta Marina y Fabiana Cantero, y por eso se lo acusa del hecho y por eso se los está juzgando. Además, acá hay testimonios armados”. Por su parte, Graciela Abdolatif, la defensora de Fabiana Cantero, en sus conclusiones cuestionó que “durante la investigación hubo muchas líneas investigativas que no se siguieron, como por ejemplo un testigo que vio a Silvia Andrea en un barranco supuestamente un día después de haber desaparecido”. Ambos pidieron la absolución de sus respectivos defendidos.Durante la jornada de hoy, la fiscal Estela Salguero de Alarcón dará su alegato relacionado con la demanda contra el Estado y el actual intendente de Campo Viera, Juan Carlos Ríos, padre del imputado “Willy” Ríos. Se cree que la sentencia podría conocerse el próximo viernes. Trece años en espera de JusticiaSilvia Andrea González tenía quince años cuando fue vista por última vez el 11 de octubre de 2001. Ese día, al mediodía, salió de la escuela y se dirigió a una FM de Campo Viera porque había un concurso de postulantes para la portada de un CD de una banda de la zona.Salió de allí y nadie más supo de ella, aparte de sus asesinos. El cuerpo fue hallado el día 18, a un costado de un camino vecinal, en avanzado estado de descomposición. Por esta razón, jamás se pudo confirmar si efectivamente fue abusada sexualmente. Con posterioridad, una amiga de la víctima, Fabiana Cantero; el comerciante Marciano Benítez y los policías Miguel Ángel Silvera (comisario); el oficial Cristian Morel; y los suboficiales Ramón Zaya y Pablo Miquetán fueron procesados. Los dos primeros en calidad de coautores; Silvera y Morel por “incumplimiento de los deberes de funcionario público y encubrimiento” y el resto, por “encubrimiento”. En 2003, la causa llegó a juicio sólo con Cantero y Benítez en el banquillo, pero en la segunda jornada una testigo incriminó a Hugo Dante “Willy” Ríos, hijo del intendente de Campo Viera, Juan Carlos Ríos, y a Aurora Natividad Rivero, razón por la que el Tribunal decidió suspender el debate y detener a los nuevos sospechosos, que luego fueron liberados. Desde entonces la familia de Silvia Andrea espera por Justicia. Marciano Benítez fue el último sospechoso en recuperar la libertad, en 2010.




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