ELDORADO. De Río Negro al Chaco salteño; de La Falda a Formosa: voces salidas desde lo más recóndito de toda la Argentina confluyeron durante el último fin de semana con las de los misioneros en la duodécima edición de una de las citas literarias más importantes de la provincia: el Encuentro con Escritores convocado por el grupo Demente Azul en su ciudad de origen, la Capital del Trabajo.Las pésimas condiciones meteorológicas fueron un factor determinante para que la concurrencia no fuera tan masiva como en años anteriores, pero a su vez permitió que el medio centenar de autores presentes pudiera compartir de forma más intensa su obra y sus inquietudes, matizadas -más allá de las presentaciones de libros y lecturas “oficiales”- por ruedas informales y debates intensos sobre la actualidad de los grupos literarios y la preocupación por acercar a los jóvenes a la lectura, la creación y la publicación más allá de Internet.Además, tres momentos especiales se vivieron durante el fin de semana. La primera fue la emotiva presentación el viernes del coro de niños mbya de la comunidad Jasy Porá (de Puerto Iguazú), primero en el Museo Cooperativo, donde tuvo lugar la inauguración formal del evento, y luego en el hogar San Juan, sede del resto de las actividades.Luego, el mismo viernes, el dúo correntino Germinal deleitó a los presentes con su fusión de música, poesía y humor a través de la obra “Gas Pimienta”. Y el sábado por la noche, la presentación del grupo de teatro Teunam con “El escorpión”, dirigido por Mónica Revinski, conmovió hasta las lágrimas al público escribiente, que aplaudió en pie su postura comprometida ante el flagelo de la violencia de género en Misiones.PresentesEntre los autores que presentaron sus obras durante este 12º encuentro en Eldorado se puede mencionar desde Vildo Pioppi (editor de decenas de escritores de la “comarca” conformada por Viedma, Río Negro, y Carmen de Patagones, Buenos Aires, desde donde acudió también la escritora Ana María Grandoso) hasta los salteños Belisario Romano y Mario Burgos, el primero de ellos dedicado en cuerpo y alma a la poesía romántica y el segundo que combina a partes iguales el verso y lúcidos relatos de tiempos ya perdidos en los confines del Chaco salteño, de donde procede. También se debe destacar a una divertida y sobre todo talentosa “mini delegación” de Formosa, integrada por Blanca Salcedo y Rodrigo Hernán Rojas; al periodista devenido en docente Rubén Scollo, llegado desde La Falda (Córdoba); y a la “abuela” de la cita anual, tal vez la más querida y esperada por todos: la santiagueña -residente en Buenos Aires- América Seda.Junto a ellos, claro está, los “locales” Theodosio Andrés Barrios, María Aranda, Silvia Barberini, Claudia Queiroz, Juan Carlos Magliano, Marciano “Chano” Aguiar, Sidy Wittler y Daniel Ustares -la mayoría integrantes del grupo Demente Azul y dos “foráneos” pero casi como “de la casa” por su permanente presencia en estos eventos: el escritor “Vasco” Baigorri, natural de Resistencia y radicado en Aristóbulo del Valle, y el docente, autor y editor Eduardo Monte Jopia, llegado una vez más desde la Capital Federal con un arsenal de letras y publicaciones. El domingo se sumaron también una delegación de San Ignacio y otros participantes desde Iguazú. Regresos y permanenciasEl encuentro fue propicio también para destacar dos grandes noticias para las letras misioneras: la vigencia por una década ininterrumpida de la revista cultural eldoradense “Quimera” -algo casi inaudito para una publicación de sus características- y el regreso de un producto similar pero intermitente, “Viga literaria”, que ahora recobra impulso desde Oberá a través de una edición anual en papel y actualizaciones periódicas por vía digital.





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