BUENOS AIRES (Medios digitales). Había regresado a la Argentina hace apenas seis meses. Volvió de Colombia, donde trabajó como contador para una empresa multinacional. Cuando retornó no dudó en qué lugar vivir: eligió Florencio Varela, su barrio. El pasado martes, su historia terminó de la peor manera: murió al ser baleado por ladrones que entraron a su casa, en Bocuzzi al 600, en el centro de la ciudad del sur del Conurbano.Según informaron fuentes policiales, el hecho sucedió por la tarde. La víctima, identificada como Sebastián Calvi (51), estaba en su casa cuando un grupo de asaltantes ingresó para robar. Para entrar eligieron una modalidad que cada vez suma más casos: simularon un allanamiento. A fuerza de golpes, y con la ayuda de una especie de ariete (herramienta que utiliza la Policía en ese tipo de procedimientos) tiraron abajo la puerta y se metieron en la vivienda. Según informaron fuentes policiales a las agencias de noticias, Calvi se dio cuenta que estaba siendo víctima de un robo e intentó defenderse con una pistola calibre .22 que tenía en su poder. En respuesta, los asaltantes le pegaron al menos un balazo y escaparon sin llevarse nada. El contador público murió a los pocos minutos. Al cierre de esta edición, el personal policial buscaba cámaras de seguridad en la zona para tratar de identificar a los autores del crimen. No había ningún sospechoso detenido. Además, los investigadores realizaban la autopsia al cuerpo por orden del personal de la fiscalía descentralizada del Departamento Judicial Quilmes. Según informaron fuentes del caso, Calvi era parte de una familia muy tradicional de Florencio Varela. “Son parte de los pioneros de la ciudad”, explicaron.Según una estadística recopilada por el diario porteño Clarín, en el partido de Florencio Varela hubo este año al menos 11 crímenes durante asaltos, al igual que Quilmes. Sólo se ubica por debajo de los distritos bonaerenses de La Matanza (28), Lanús (14) y Lomas de Zamora (13).





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