MAR DEL PLATA (NA). La certeza de que se está ante un “fin de ciclo” político tiñó los pasillos del cónclave que las grandes compañías realizaron en Mar del Plata en el marco del Coloquio Anual del Instituto para el Desarrollo Empresarial de la Argentina (Idea), que como nunca fue torpedeado desde el Gobierno Nacional y hasta provocó el armado de un “contracoloquio” de última hora.A diferencia de años anteriores, donde también se deslizaron cuestionamientos al gobierno, esta vez la Casa Rosada no dejó pasar las críticas que llegaban desde el encuentro empresarial, que hasta sonaron a “desestabilizadoras” a oídos de algunos hombres del Gobierno.Para el Poder Ejecutivo, el coloquio de Idea fue un “nido de opositores y nostálgicos del neoliberalismo de los 90”, aunque buena parte de ex funcionarios kirchneristas se anotaron para nutrir equipos económicos de quienes ahora buscan a suceder a la Presidenta.Si alguna vez hubo romance entre el mundo del capital y el kirchnerismo, parecen haber llegado tiempos de divorcio, porque la pareja perdió la confianza y busca determinar quién se quedará con los bienes que todavía no se llevaron la crisis y la inflación.En esa relación rota, el empresariado hasta sospecha que el Gobierno pretende perpetuar a uno de los integrantes del matrimonio roto pero sólo en beneficio del mantenimiento de un poder cada vez más alejado de los valores de una República.Por eso el empresariado cuestionó con dureza leyes como las de Abastecimiento, las reformas de los Códigos Civil y Comercial, y hasta la reforma del Código de Procedimiento Procesal. “El Gobierno está dando un giro autoritario, que incluye intervenir en los principales mercados y censurar a los pocos medios que todavía difunden información”, dijo el constitucionalista Daniel Sabsay en una de las exposiciones más celebradas en un Coloquio de Idea que, como nunca, estuvo tenido por la política.Pero esas palabras terminaron dividiendo a la cúpula del Coloquio, porque un sector las consideró casi una afrenta a la investidura presidencial, lo cual no era de ninguna manera el objetivo que se buscaba.Tal vez por ello, antes de que comenzara el debate entre los precandidatos Sergio Massa, Hermes Binner, Ernesto Sanz y Julio Cobos, el presidente de Idea, Miguel Blanco, subió al estrado para recordar que al debate también estaban invitados Daniel Scioli y Mauricio Macri, pero “por distintos motivos no pudieron asistir”.El perfil ideológico que terminó tiñendo el encuentro empresarial se notó desde el arranque, cuando en la apertura del miércoles el presidente de Idea cuestionó al gobierno y defendió que un grupo de entidades empresariales se haya unido para formular una agenda de temas muy alejada de las políticas oficiales.Como si se tratara de soldados listos para la batalla, en la apertura del encuentro Blanco hizo parar a cada uno de los presidentes de las 54 entidades que ya integran el Foro de Convergencia Empresaria, una usina de ideas que viene torpedeando las políticas del gobierno, para que se observara el grado de fortaleza y unidad del sector empresario.Fue tan alto el tono opositor del arranque del Coloquio que hasta lograron incomodar a un dirigente como Daniel Scioli, a quien todos le elogian la paciencia a prueba de balas. Cuando le tocó hablar, el gobernador bonaerense rechazó las “miradas apocalípticas” y advirtió que “no se puede decir que está todo bien, pero tampoco que está todo mal”.Scioli quiere ser el candidato del oficialismo y para ello está dispuesto a dar las pruebas de amor que hagan falta.Sabe que deberá empezar a incursionar en el arte del enfrentamiento, un camino que siempre rehusó recorrer y donde se siente incómodo, a diferencia del kirchnerismo de paladar negro. En la apertura del Coloquio, el presidente de Idea había sostenido que el Gobierno buscaba alterar el ordenamiento establecido con la Constitución de 1853.El presidente de la Cámara de Importadores, Diego Pérez Santisteban, fue más allá y sostuvo que “el modelo está agotado”.Múltiples fórmulasLos economistas que asesoran a los principales precandidatos presidenciales coincidieron el sábado en la necesidad de bajar la inflación y promover las inversiones en el país, y reconocieron que el intento de desacelerar precios deberá hacerse en forma gradual para evitar una crisis.Miguel Bein, uno de los principales asesores del gobernador Daniel Scioli, consideró que al próximo gobierno le puede llevar “cuatro años bajar la inflación a un digito” y advirtió que la estrategia a aplicar debe ser “gradual”, para evitar un “costo social” muy alto. “Si estamos en un 34% de inflación anual, no podemos bajar en poco tiempo a un dígito porque en el medio seguro queda alguien descolgado y el costo puede ser muy alto. Necesitamos cuatro años para lograr bajar la inflación a un digito para minimizar ese costo social”, sostuvo.También planteó la necesidad de “asumir un compromiso de precios y actuar sobre una política monetaria que defienda el valor del peso y construya una moneda nacional fuerte”. Sobre la política económica, Bein advirtió que ningún gobierno en su último año de gestión le va a “regalar competitividad y rentabilidad para la inversión” al que sigue, más allá de que sean candidatos del mismo sesgo político de la administración en el poder. Por su parte, el economista del Frente Renovador, Ricardo Delgado, consideró que bajar la inflación es un objetivo prioritario y pidió “recuperar el Indec (Instituto Nacional de Estadística y Censos” para afrontar la lucha contra el flagelo que golpea “a diario el bolsillo de los argentinos”. A la hora de explicar cómo se atacaría el tema de la inflación, Delgado habló de una resolución “gradual”, pero la enmarcó en un proceso de “no más de dos años”. También planteó la necesidad de resolver el gasto público “lanzado este año en forma increíble” y solucionar el estado de un Banco Central que está “a un paso de la quiebra”. “Hay que poner un foco en la inversión y tener claro que la inercia inflacionaria después de 8 años deja con recesión importante, porque además los precios no desaceleran”, dijo Delgado.
En tanto, el ministro de Desarrollo Económico porteño y presidente de la Fundación Pensar, Francisco Cabrera, sostuvo que “mientras haya estos niveles de inflación las empresas no van a poder dedicarse a la competitividad y a innovar, ya que están preocupados por no perder capital”, y agregó que “ese y el problema impositivo son prioritarios”.Cabrera consideró que es de suma importancia para el período que viene “promover la inversión extranjera directa, las prioridades están en los costos de explotación de gas y en minería, donde tenemos una gran oportunidad, un ejemplo es Vaca Muerta, que cuando empiece a ser explotada generará 200.000 millones de dólares”.“Otro elemento de gran importancia es el problema impositivo de la Argentina, la evasión es cada vez mayor, hay toda una economía informal por fuera del sistema tributario, que es socialmente inconveniente por la gran cantidad de empleo en negro, que compite contra los inversores de forma desleal”, advirtió.El economista aseveró que una de las posibles soluciones es “una modificación en el tiempo de devolución del IVA para el señor que exporta lo reciba de manera inmediata, si queremos que haya competitividad modifiquemos esas cosas”.Con respecto a la política de subsidios, el economista sostuvo que “el 30% de se pueden bajar, por ejemplo los de energía, realizando las inversiones necesarias”. En tanto, el expresidente del Banco Central Javier González Fraga advirtió que “el atraso cambiario no es producto de una decisión económica sino de una vocación política totalitaria de quedarse en el poder 50 años” y alertó que “esa es la tentación que hay que evitar”.El economista pidió “evitar dos tentaciones, que tienen los que integran la mesa de los presidenciables, la de un shock liberal ortodoxo, que es lo que quiere la presidenta que hagas, es la trampa, para que hagas ajuste y pierdas en el 2017”. González Fraga dijo que “la segunda tentación es la populista, porque el atraso cambiario no es producto del error de algún economista, sino de la decisión de algún político de querer ganar las siguientes elecciones por un gran margen”. Con respecto a la responsabilidad del Banco Central en el contexto de inflación, el economista aseguró que “la institución es mucho menos protagonista de lo que uno cree, el drama no es que el banco haya emitido tanto sino que el gasto público se multiplique, por eso la principal responsabilidad es del presidente de la República”. “Hay que eliminar las retenciones a las economías regionales, bajárselas a la soja, hay que actualizar la escala de ganancias para la clase media, incrementar la coparticipación que va a las provincias, tener metas claras, luchas contra la evasión y contra la elusión de impuestos, tenemos mucho impuesto a las transacciones, un IVA demasiado alto para nuestra cultura impositiva, y tenemos bajos los impuestos patrimoniales”, sostuvo el expresidente del Banco Central. Magras expectativas para lo que vieneEl 65% de los ejecutivos consultados espera que la situación económica empeore en la última parte del año y las empresas de servicio muestran la visión más pesimista, mientras que más de la mitad pidió eliminar impuestos distorsivos y clarificar reglas de juego para promover la inversión, y el 42% aguarda una caída de ventas para los próximos doce meses.Así surgió de la encuesta de expectativas realizada entre 165 ejecutivos y presentada en el coloquio, la cual reflejó el pesimismo del sector privado ante la coyuntura económica.Los empresarios sostienen que la renegociación con los acreedores externos es uno de los factores a tener en cuenta en la planificación de inversiones para 2015 y sigue encabezando la lista de reclamos la necesidad de encarar una “revisión impositiva”, de acuerdo con la encuesta de D’Alessio Irol.Según el sondeo, el 52% de los consultados estimó que la rentabilidad de su empresa disminuirá en los próximos doce meses, un nivel que se ubicaba en el 41% hace un año. “Con relación al año pasado, descienden aún más las perspectivas de rentabilidad. La mitad de las firmas consultadas estima que disminuirá durante 2015. Sin embargo, un 20% tiene una visión más optimista y espera un crecimiento en este rubro”, explicó D`Alessio al presentar los resultados de la encuesta junto a Luis Secco, director de Perspectivas Económicas.




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