POSADAS. La mirada fija y un gesto adusto de desaprobación. Hasta una sonrisa irónica esbozó Carlos Sebastián Ruiz (30), sin sacarle los ojos de encima, cuando Manuel Bertone Trujillo (30) comenzó a construir el perfil de su compañero de secundaria, hoy por hoy en el banquillo de los acusados junto a Diego Ariel Cantallops Simonetto (29) por la muerte de Iván Andrés Mercol (22).“Era una persona rara, muy tímida e introvertida. Le costaba relacionarse. Varias veces lo vi pelear; podía hacerlo con dos o tres tipos si quería. Según decía, tenía conocimientos de karate. Recuerdo que cuando tenía 14 ó 15 años se ponía el uniforme y se iba”, dijo ayer Bertone Trujillo frente al micrófono. Ruiz lo miraba desafiante.El testigo abrió ayer la novena audiencia del debate que se le sigue a los imputados por “homicidio preterintencional”. La noche del 19 de marzo de 2006, cuando todo sucedió, estuvo en el boliche pero no presenció la agresión. Por eso, se limitó a responder sobre los perfiles de Ruiz y de Mercol, de quien también era compañero, pero de la facultad.“Iván era un excelente amigo, muy buena persona y muy querido por todo el mundo”, contó sobre la víctima. Y a la hora de responder la misma pregunta del juez César Jiménez pero sobre Ruiz, respondió: “Era de autoestima baja y todo el tiempo buscaba ‘inflarla’ haciendo pesas”.Uno de los principales intereses de las partes reside en saber si era cierto que Ruiz tenía conocimiento de karate. Desde el principio, familiares de la víctima sostuvieron que eso pudo tener que ver con el deceso del estudiante.“Tenía una superioridad física notable”, lanzó Bertone Trujillo, quien luego aseguró que recordaba al imputado con el traje de karate. Dijo no saber dónde lo practicaba. Ante esta situación el abogado Hugo Zapana, defensor de Ruiz, pidió se libre un oficio a la Federación Misionera de Karate “para que informe si Ruiz fue alumno y, si es así, a qué edad y qué grado de capacitación obtuvo”, tras lo cual planteó su disconformidad ante lo expuesto a raíz de que el testigo había sido llamado a hablar solamente de Mercol. A las 9.05 le llegó el turno a Ramón Bogado (41), un policía que trabajó esa noche en el boliche. Compareció por apenas cuatro minutos y fue quien más rápido fue liberado por el juez. Le siguió Nora Gómez Ramos (44), bioquímica de la Policía de Misiones, quien aportó datos sobre el trabajo pericial en la causa.La última en hablar fue Marina Benítez Neu (28), exnovia de Ruiz y por quien aparentemente se habría iniciado la discusión que terminó en el deceso de Mercol. Contó algunos detalles de la relación que tuvo con el imputado por más de dos años y confirmó que había “terminado” con él unas dos semanas antes de la madrugada fatídica.“No era agresivo, nunca lo vi pelear y tampoco supe que practicara algún arte marcial. Iba al gimnasio, pero nunca vi en su habitación algún traje de karate o algo parecido”, sostuvo la joven ante las consultas de la fiscal Yolanda Mazal de Mas, negando así los dichos de Trujillo.Por último, confirmó también que aquella madrugada bailó con Mercol y que todo parecía indicar que la víctima estaba interesada en ella. Sin embargo, dijo que “nunca pasó nada” más allá de algún acercamiento entre ambos cuando tenían quince años. Esos habrían sido los motivos que iniciaron el pleito entre víctima y victimario.Benítez Neu se retiró a las 9.53 y desde ese momento hasta las 10.30 se pasó a un cuarto intermedio, a la espera de que la Policía diera con los testigos Gastón Cabañas y Alan Vignolles. Como no aparecieron, con el acuerdo de las partes, el juez Jiménez decidió incorporar por lectura las testimoniales de ambos y pasar a una pausa hasta el lunes a las 8.30, cuando se inicie la última jornada de la ronda de testigos.





Discussion about this post