POSADAS. Aunque bajo un estricto hermetismo, los investigadores trabajaban desde hace algunos días con la hipótesis de que el crimen del sereno Juan Carlos Katz (37) podía estar ligado al negocio de las drogas. Ahora, el testimonio del último detenido en el caso parece haberles dado la razón. En declaración indagatoria, el último viernes, el joven de 24 años apresado el miércoles rompió el silencio y aseguró que el homicidio fue el desenlace de una disputa por una deuda ligada a la venta de estupefacientes, según pudo saber PRIMERA EDICIÓN.El muchacho habló ante el magistrado Ricardo Balor, al frente del Juzgado de Instrucción 6 de Posadas, y brindó su versión de los hechos en detalle, revelaron las fuentes ligadas a la investigación.El joven dijo que se encontraba junto a los otros tres detenidos -dos de 21 años y uno de 27- en inmediaciones a la plaza del barrio Prosol cuando se cruzó con Katz, quien al parecer se encargaba de venderles estupefaciente, siempre al decir del sospechoso.Aparentemente el ahora apresado mantenía una deuda de varias semanas con el sereno, quien le recriminó entonces por ese dinero. La situación se habría descontrolado cuando el hombre le propinó un cabezazo que le provocó un corte sobre una de las cejas.“Yo no le pegué, mas bien, ligué”, le dijo -palabras más, palabras menos- el detenido a Balor y su equipo. Aquella agresión fue vista por los tres jóvenes que acompañaban al sospechoso, quienes entonces entraron en acción y golpearon salvajemente a Katz. Todo, vale la pena aclararlo nuevamente, según la versión del nuevo arrestado.El muchacho no se anduvo con vueltas. En síntesis, se declaró inocente, apuntó a sus compañeros como autores del ataque y señaló a la víctima fatal como un “dealer” o vendedor de estupefacientes. Y ese último dato no es menor, ya que él tiene problemas de adicción.De esta manera, la hipótesis de un trasfondo ligado a las drogas cobró fuerza en el seno de la investigación, aunque ahora los detectives deben chequear estas cuestiones para confirmar o no la veracidad de ese testimonio.De una u otra manera, lo cierto es que después de esa brutal paliza, los cuatro jóvenes involucrados escaparon a la carrera y se perdieron en las calles del barrio emplazado al sur de la ciudad.Alrededor de las 6.30 del domingo 11 de mayo un vecino de la zona se topó con la víctima prácticamente inconsciente en la plaza del barrio, a pocos metros de su camión Ford F-350, ya que Katz trabajaba de día como repartidor de bebidas.Otro sereno de la zona lo encontró moribundo y lo llevó en automóvil hasta su casa. Sin embargo, debido a su grave estado, sus familiares decidieron trasladarlo de manera urgente al Hospital Escuela de Agudos Ramón Madariaga. Katz quedó internado en terapia intensiva bajo riesgo de vida. Pese al esfuerzo de los médicos, falleció en la madrugada del viernes 16 de mayo.Enterados del caso, efectivos de la comisaría Decimoquinta, de Investigaciones y de la Unidad Regional X iniciaron una investigación y procedieron a la detención de los tres primeros sospechosos.No obstante, el trabajo policial se extendió varios días más, ante la confirmación de que un cuarto implicado estaba prófugo. El último miércoles, ese joven finalmente fue detenido en el barrio Evita de Posadas.Aunque desde el principio se habló de un robo seguido de muerte, el último de los arrestados declaró ante la Justicia y apuntó hacia la hipótesis de las drogas y de una presunta deuda que se transformó en el punto final de la vida de Katz.
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