CANDELARIA. Los trabajos de refacción iniciados a mediados de diciembre pasado en el Bolp 5 de esta localidad no se detuvieron durante las vacaciones. El trabajo avanzó un 50% según informó el Coordinador del Gabinete Educativo del Consejo General de Educación, Luis Alberto Galarza, quien aseguró que hay un compromiso de la empresa de ponerlo en condiciones para el inicio de clases. Pero padres y docentes de la comunidad educativa ya comenzaron a preocuparse pensando en las condiciones en que deberán estudiar sus hijos. Si bien nadie espera que se termine la obra en tres semanas, la pregunta es: ¿será seguro ingresar a la escuela? También cabe preguntarse qué sectores estarán habilitados para utilizar, habida cuenta que por estos días hay paredes derrumbadas, escombros en los patios y las aulas de planta alta, sin techos.Incierto“Vemos que la empresa contratada por el Consejo de Educación estuvo trabajando desde mediados de diciembre sin parar, pero ahora vemos que falta mucho y la escuela es un desastre, hay escombros por todos lados y no sé cómo vamos a hacer para poder limpiar y acondicionar la escuela”, señalaron miembros del plantel docente, que el lunes próximo se deberán estar presentando a la institución dado que inicia el ciclo lectivo.Las obras comenzaron tras años de pedidos, dado que el edificio de dos plantas inaugurado en 1978 comenzó a sufrir filtraciones de agua y debieron apuntalar con hierros algunas paredes que amenazaban con ceder.Además de las refacciones, en el patio del fondo están construyendo un Nivel Inicial, tres aulas y un baño.Si bien desde la escuela señalan que era necesario hacer esas reparaciones, ahora, en vista al inicio de clases no saben con qué se encontrarán. La falta de bibliotecarios y preceptores se suma a las demandas más urgentes. Lo esperadoSegún Galarza, “el avance de la obra es del 50% y está previsto que para el inicio de clases esté la mayor parte de la escuela en condiciones”. Ademas señaló que “la empresa tiene la consigna de tener habilitada la escuela para esa fecha, y los sectores que siguen en obra se aíslan para evitar que los estudiantes se acerquen”.Consultado sobre las aulas sin techo, que de no tenerlo, no podrán utilizarse para las clases, Galarza indicó que “la institución tendría que reacomodar los horarios para cubrir toda la demanda”. La pregunta es: ¿cómo podrá hacerlo si actualmente tiene una matrícula de dos mil alumnos en turnos mañana, tarde y noche?





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