Con una presentación espontánea a la Justicia, el vicepresidente Amado Boudou jugó su carta más arriesgada solicitando la aceleración de las investigaciones sobre el polémico Caso Ciccone, asegurando que es inocente de las acusaciones en su contra, aunque su eventual salida del Gobierno se debate en ámbitos políticos como un hecho más que probable. La repentina caída del proyecto de incorporación del productor y conductor televisivo Marcelo Tinelli al programa oficialista Fútbol Para Todos, por su lado, también dejó mucha tela para cortar como síntoma de la deriva en que se encuentra el Ejecutivo nacional; acentuada en las últimas semanas a partir del cimbronazo económico-financiero que provocó la devaluación de más del 20% del peso frente al dólar.La deserción de Tinelli, que frustró el anunciado lavado de cara al FPT, se produjo el mismo día en que se esperaba que asuman los nuevos relatores contratados por la productora del creador de Show Match y un día antes del inicio del Torneo Final de AFA, dando lugar a confusas versiones sobre internas salvajes en el aparato político kirchnerista. Las transmisiones de FPT, mechadas de propaganda oficial, siempre cosecharon críticas por el gasto suntuario que suponen, en relación a otras más urgentes responsabilidades del Estado. Sin embargo, en el contexto de este tórrido principio de año, en el que la situación financiera del país se vive como una novela suspenso, la reforma del popular programa de transmisiones de la TV pública no parecía ser la prioridad “uno” de la agenda de gobierno.El jefe de Gabinete, Jorge Capitanich, se apresuró a comandar la “tinellización” del programa sin contar con el peso de los cuadros políticos tradicionales del kirchnerismo, entre ellos los jóvenes de La Cámpora, que habían salido devaluados de la última confrontación electoral, pero aún mantienen una cuota importante de poder, al menos en el entorno presidencial. Según las versiones que circulan desde el jueves, cuando trascendió el paso al costado de Tinelli, vía Twitter; la tarjeta roja que le sacó la estructura política al dúo Capitanich-Tinelli llegó a provocar una renuncia del funcionario, frenada, por el momento, por la presidenta, Cristina Kirchner. La propia Cristina, en tanto, se había ocupado de poner coto al desembarco de Tinelli y su gente, y volver atrás toda la operación, “por el momento”. En la cuerda flojaLo significativo del caso es que el incidente con la contratación de Tinelli resume una serie de marchas y contramarchas que dan cuenta del alto nivel de improvisación que muestra la gestión de Gobierno en los últimos tiempos, y termina a su vez de blanquear las tensiones políticas en el oficialismo. El incidente dejó al desnudo, asimismo, la pérdida de protagonismo de la figura de Capitanich.La sensación de que el jefe de Gabinete que a principios de año se presentó como la cara visible de un decidido cambio de rumbo del Gobierno, estaría ya bailando en la cuerda floja a causa de la interna política, deja entrever el inicio de un período de turbulencias en el que, quiérase o no, las ambiciones personales enfiladas hacia 2015 pesan tanto o más que los temas candentes de la gestión.Entre los problemas irresueltos, se destacan dos íntimamente relacionados: el descontrol en los precios, que continúa pese a los esfuerzos del programa de “Precios Cuidados”; que debutó esta semana en las provincias con escaso éxito, y las paritarias en ciernes. En este último aspecto, el Gobierno dio el viernes el puntapié inicial a la paritaria con el gremio docente, que se abrió formalmente con los sindicatos más cercanos, que piden un sueldo inicial de 5.500 pesos. La posibilidad de llevar el haber básico a ese monto implica un incremento del 61% con relación a los actuales 3.416 pesos. La Ctera se mantuvo al margen de la convocatoria oficial y reclama que antes de discutir el incremento salarial, el básico actual se suba a 3.600 pesos; cumpliendo así con el salario mínimo, vital y móvil. La apertura de las negociaciones nacionales del gremio docente interesa, además, como señal a las provincias, entre ellas Misiones, que discutirán sus propios incrementos con la referencia de los guarismos que surjan de la paritaria nacional. Comprando tiempoDe su lado, los analistas del sector financiero observaron que en las dos últimas jornadas cambiarias hubo una desaceleración de la caída de reservas, por debajo de los 100 millones de dólares diarios, producto de la puesta en vigencia del Comunicado A 5536 del Banco Central, que limitó las posiciones en moneda extranjera de las entidades financieras. En base a lo operado por el BCRA, se detuvo transitoriamente la tendencia alcista del dólar, oficial y blue; bajando así los decibeles de la intensa disputa en el mercado cambiario que mantuvo en vilo a los sectores económicos durante las últimas semanas. Las entidades bancarias inyectaron más de 1.100 millones en la semana a través de la venta de distintos activos en moneda extranjera; con lo que el dólar oficial bajó a 7,85 pesos y el blue a 12,15 pesos; mientras las reservas subieron 19 millones. Con una caída en el año de 1.765 millones de dólares en reservas a sus espaldas; y mientras se espera que maduren las negociaciones con las cerealeras que prometieron al Gobierno ingresar 2.000 millones de la divisa norteamericana durante el mes -aunque no dieron mayores precisiones- el titular del BCRA, Juan Carlos Fábrega, se anotó un punto a favor con el sorpresivo comunicado, con el que ganó tiempo y tranquilidad en su lucha por la estabilidad de la institución a su cargo. El funcionario percibió la semana pasada que existían bancos, mayoritariamente estatales y extranjeros, que mantenían hasta un 180% de su capital invertido en dólares y emitió la Comunicación, limitando la cantidad de divisas que pueden atesorar legalmente los bancos al 30% del capital; el límite que existía antes de la liberalización de 2005/2006. El alivio coyuntural, sin embargo, está lejos de haber resuelto las tensiones crecientes por el lado de la administración financiera del Estado y el mercado cambiario.Impuestazo ratificadoEn la provincia, el gobernador Closs volvió a salir a defender a rajatabla el “impuestazo” que lanzó a principio de año; esta vez con contradictorias explicaciones respecto a las cuentas públicas. Convertido en una especie de abanderado del ajuste, Closs le c
erró la puerta en la cara a la manifestación de los comerciantes posadeños, que marcharon el jueves hasta la Gobernación pese al calor reinante, pidiendo la derogación de la suba en Ingresos Brutos. A posteriori, volvió a considerar que la suba impositiva fue “una decisión inteligente” que se anticipó a proteger las cuentas provinciales.Voceros de la oposición, sin embargo, señalaron que el Gobierno de la renovación cuenta con los recursos para sostener el nivel de endeudamiento en 2014; y hacen notar que en las cifras del presupuesto se habría incluido, intencionadamente, una subestimación mayor a los 1.000 millones de pesos; suma que este año el Gobierno manejaría a discreción por decreto.Closs, que incluso en filas renovadoras es acusado de sentarse sobre los recursos, cuando no se trata de áreas de su interés, como el turismo, fue acusado indirectamente en la semana por la Asociación del Personal de los Organismos de Control, principalmente agentes del Tribunal de Cuentas, que salió a pedir una “urgente recomposición salarial para el personal” de 1.500 pesos. En ese marco, cuestionaron que el Gobierno dejó sin ejecutar partidas del Presupuesto 2013 por valor de 20 millones de pesos, y ya está ejecutando un nuevo Presupuesto. “Esto indica que faltaría un compromiso de otorgar el aumento”, indicaron fuentes gremiales ayer a este diario. En otros sectores de la administración pública provincial, los juicios respecto a la política salarial de la administración renovadora son más duros. El Gobierno, por su lado, mientras llevó a la Provincia a ubicarse como la primera del país en el ranking de presión fiscal, dejó trascender -contradictoriamente- que la situación financiera sería significativamente más holgada que en el resto de las provincias, debido a que Misiones, desde 2003, evitó el endeudamiento en dólares. La pregunta es, ¿quién paga el apriete fiscal permanente y quién se beneficia?





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