POSADAS. Dejarse llevar, tal vez por un cuento o por las sensaciones de encontrarse en medio de la frescura que brinda un arroyo, quizá sentir las partículas de agua que escapan presurosas de la cascada antes de caer para seguir un curso sinuoso que las llevará a un gran río en el rostro… En “El jardín encontrado”, muy cerquita del centro posadeño, frente al El Brete, es posible.Allí, en el paredón de la planta de bombeo de Samsa, el pintor Bernardo Neumann, junto a Carolina Ferdman y un excelente equipo, integrado por Alfredo Maidana, Belén y Gabriel, está llevando a cabo un gigantesco mural (cuarenta por tres metros) en el que afloran “los sueños y alegrías”.“Se trata de un lugar donde la pared puede ser dañada y, con muy buen criterio, la gente de la Entidad Binacional Yacyretá (EBY) permitió llevar a cabo un trabajo de esta naturaleza. Carolina, una bella persona, que trabaja con mucha creatividad y calidad pictórica, se encarga de las expresiones de las caritas de los animales, mientras yo me ocupo de dar la sensación de profundidad en un proyecto conjunto”, explicó el artista a PRIMERA EDICIÓN.Al tiempo que destacó que “la intención es llenar, embellecer y dar un toque con una temática que tenga que ver con el lugar, por ejemplo, si eventualmente se diera la posibilidad de hacer el mural que da hacia la costa lo vamos a hacer con un tema que tenga que ver con el río y a esta pared, como va a estar siempre a la vista de la familia y los niños, le dimos una característica más lúdica, naiff, pero siempre con los colores de la región, que son la fuente inspiradora de todo este mural”.“El Jardín encontrado” hace referencia a los que “hemos perdido, la naturaleza en sí gradualmente se va destruyendo, por eso un sapo, por ejemplo, que está feliz a un lado de su arroyito, una hormiga junto a un oso hormiguero que está andando en bicicleta, un tigre que se está asomando a la ‘insibilización’, un mono jugando, que está por caer sobre una atenta víbora coral, mientras una monita sonriente los observa, todo con un toque de humor”, dieron vida a esta pared, explicó Neumann.Y agregó que “podríamos haber hecho también algo que tenga que ver con cuentos infantiles, pero lo sacamos del contexto de la provincia, a lo mejor una jirafa es muy bella y queda muy estética, pero nada tiene que ver con nuestra idiosincrasia en sí”.Además, “el hecho de que un niño pueda soñar y creer en cuentos, escuchar y ver me parece bueno, tal vez porque viví otra realidad, en la que la imaginación jugaba un papel importante, algo que se ha perdido con la inmediatez y que quiero rescatar, porque que un niño siga manteniendo la ilusión y la sonrisa me hace sumamente feliz y estar agradecido de que se haya entendido esta propuesta en ese contexto”, se explayó el artista.




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