POSADAS. Con el hallazgo del automóvil presuntamente utilizado por los delincuentes y la detención de un quinto sospechoso, los investigadores de la Policía de Misiones creen haber esclarecido el intento de robo a un estudio jurídico del microcentro posadeño, en medio del cual los malvivientes dispararon a matar a un efectivo policial.Ayer por la mañana y con la presencia del magistrado Marcelo Cardozo, al frente del Juzgado de Instrucción 1 de la Primera Circunscripción Judicial, una comisión policíaco-judicial desembarcó en el barrio Piedrabuena, al sur de la capital provincial.Allí, en inmediaciones de San Pedro y Humel, los uniformados dieron con lo que buscaban: el Renault Clio negro en el que los malandras aparentemente circulaban durante la madrugada del último lunes.Hasta el lugar llegaron efectivos de la Minibrigada y de la Unidad Regional I, en compañía de Cardozo. Junto con la incautación del rodado se procedió también a la detención de un joven de 25 años, quien aseguró trabajar como repartidor para una panadería.Este muchacho, según le contaron las fuentes a PRIMERA EDICIÓN, sería el propietario del vehículo en cuestión, más allá de que los documentos del automóvil no están a su nombre. “Contó que lo compró hace poco tiempo y aún no hizo la transferencia”, fue la explicación de una de las fuentes.Así las cosas, el Clio fue secuestrado y en las próximas horas será sometido a una serie de pericias para establecer si es efectivamente el rodado buscado por la Policía, como todo indica.Con este procedimiento realizado en la mañana de ayer, la causa ya tiene cinco detenidos. Se trata de masculinos de 20, 24, 25, 26 y 30 años, dos de los cuales son de nacionalidad paraguaya.Al menos cuatro de los cinco serían quienes alrededor de las 3 del último lunes irrumpieron en un estudio jurídico de 25 de Mayo y Bolívar, en el primer piso, de donde intentaban robar una caja fuerte.El coraje del cabo Carlos Vargas (29), a quien presumiblemente el menor de los apresados le disparó al menos en seis oportunidades y a menos de dos metros con un revólver calibre .38, permitió poner en fuga a los ladrones.El “pistolero”, justamente, fue apresado a las pocas cuadras, minutos después del hecho y luego de una persecución que inició el propio suboficial, que en la edición de ayer le contó en exclusiva a este diario cómo sucedió todo.Otros tres maleantes terminaron tras las rejas durante la mañana del lunes tras un operativo en el barrio Los Lapachitos de Posadas, donde además se secuestró una motocicleta de baja cilindrada. Los detectives no tienen dudas de que el caso está más que resuelto.





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