BUENOS AIRES (NA-DyN). Por la devaluación y el incremento impositivo, los precios de los autos 0km aumentarían entre 50 y 70%, aunque en algunos casos el alza llegaría al 100%, y ya no quedarían vehículos por debajo de los 100 mil pesos. Así lo advirtió el titular de la Cámara de Comercio Automotor, Alberto Príncipe, tras revisar listados de precios enviados por terminales y asegurar que “sería una lástima que se produjera una parálisis y se perdieran empleos”. “Un Volkswagen Gol quedaría en unos 107.000 pesos aproximadamente, según la nueva lista. Aparentemente ningún auto va a estar por debajo de los 100 mil pesos”, advirtió el ejecutivo.Afirmó que pese a los números récord que alcanzó la industria en los últimos años “el mercado cambió y está paralizado”. “Pienso que el Gobierno estará inquieto porque los autos generaban una recaudación importante. No creo que quiera resignar eso”, indicó Príncipe, en declaraciones radiales. Sobre el incremento en las tasas tributarias, sostuvo que “acá tiene que haber algún retoque” y añadió que “los impuestos internos se pusieron con una intención pero ahora el gravamen entró en un segmento que no estaba contemplado en ese momento”.A fines del año pasado, el Congreso aprobó una ley que aumentó los impuestos internos a los vehículos considerados de alta gama, pero el efecto de la devaluación terminó alcanzando a una mayor cantidad de modelos. “Los gravámenes del 35% a los autos de más de 170 mil pesos y del 50% a los que superaran los 250 mil abarcaban a un 20% del mercado. Sin embargo, ahora se armó un cóctel medio letal porque el cambio del valor del dólar oficial genera modificaciones del 15 al 20% en los precios de lista, debido a que las terminales tienen insumos importados”, detalló el directivo en declaraciones a Asteriscos AM, por Radio El Mundo. Señaló que el efecto de la devaluación “hace entrar al 60 o 70% del mercado dentro del segmento grabado con impuestos internos”. Afirmó que “lo que era una penalidad para el sector de alta gama, ahora alcanzó al automóvil medio y, en algunos casos, también al que está un poco por debajo”.“No soy economista ni dirijo el país, pero creo que la solución es subir mucho la base imponible (el valor que define qué vehículos son gravados) o segmentarlo de tal manera que el mercado lo vaya absorbiendo”, destacó.El empresario admitió que “tuvimos los cinco mejores años de la industria, pero se armó una infraestructura en base a ese crecimiento. Sería una pena que se produjera una parálisis y se pierdan empleos”. Efecto dólar Una suba abrupta de la cotización del dólar significa, entre otras cosas, que el costo de esos vehículos también sube de golpe. Ocurre que un 60% de los vehículos que se comercializan en la Argentina son importados por las terminales automotrices y otro 3% a 5%, por importadores particulares. El resto de la oferta, entre 35 y 40% según el mes, está compuesta por vehículos de producción local, pero con un alto componente de autopartes importadas, entre 70 y 80% por unidad.Claro que el costo de importar esos vehículos o autopartes no equivale a que esas unidades suban de precio de manera automática. Habituadas a dialogar con los funcionarios, las terminales habrían decidido aplicar incrementos de manera escalonada, sobre todo para evitar roces con el equipo que encabeza Axel Kicillof.El secretario de Comercio, Augusto Costa, forma parte del riñón de Kicillof y ya se reunió al menos en dos ocasiones con sus directivos, desde que sucedió en el cargo a Guillermo Moreno. “ Fulminó a los de alta gama”El presidente de Fiat Argentina, Cristiano Rattazzi, precisó que el impuesto a los autos que estableció el Gobierno “fulminó” la venta de los vehículos de alta gama y expresó su confianza de que ese tributo se elimine “cuando se converja a un dólar único”.El impuesto aplicado en el sector “fulminó la venta de (autos) de altísima gama”, aseguró el directivo, tras calificar ese tributo de “distorsivo”.“El problema es cuando se converja a un dólar único, que espero que lleguemos en un tiempo no demasiado largo, vaya a quedar ese impuesto”, enfatizó Rattazzi y remarcó que esa carga es sólo de “emergencia y no aporta nada al Fisco”.En declaraciones a radio Mitre, el titular de Fiat recordó que el origen de ese impuesto fue la denominada “venta brecha”, es decir, la adquisición, hasta hace poco, de autos costosos aprovechando la diferencia que había entre el dólar oficial “a 6,20” pesos y el paralelo a “10”.“Pero si se cierra esa brecha, éste es un impuesto distorsivo que no aporta nada al Fisco porque esos autos no se venden y es una distorsión del mercado un poco arbitraria”, completó Rattazzi.





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