OBERÁ. Los criminales ingresaron a la vivienda y atacaron en la oscuridad a la víctima, una mujer de 82 años que descansaba plácidamente y no atinó siquiera a cubrirse el rostro con las manos, una reacción típicamente instintiva. No mostraron un mínimo de piedad ni tuvieron misericordia. Para ellos lo que había en la cama era un bulto, no una vida. Se cree que el muchacho, de 23 años, asestó al menos dos machetazos a la víctima, quebrándole el brazo y provocándole una herida cortante que le zanjó el cuero cabelludo.Entonces su pareja delictiva, su novia o su mujer, tan despiadada como él, pese a sus quince años, tomó el ventilador de pie y ambos desaparecieron.No se sabe qué sucedió después, porque el parte del departamento Prensa de Jefatura no es preciso, cómo trascendió el hecho: si la anciana se recuperó por motus propio, algo poco probable, o si fue auxiliada por parientes o vecinos luego de escuchar sus ruegos de ayuda. Hay un capítulo de la historia que se pasó por alto y tiene que ver con el momento en que la octogenaria es socorrida y trasladada al hospital Samic de Oberá.El lamentable episodio se registró ayer, alrededor de las 1.25, en el domicilio de la anciana, identificada como doña Ilda, situado en la calle Catamarca al 1000, de Oberá.Después de intervenir en el caso, la Policía detuvo a los presuntos autores no muy lejos del escenario donde se desencadenó todo. La adolescente llevaba el ventilador de pie que sustrajeron a la anciana. No trascendió el estado en que se encontraban ambos jóvenes, pero semejante accionar no desecha la posibilidad de que estuvieran bajo los efectos de una sustancia alucinógena.Interviene el Juzgado de Instrucción 1 de Oberá. Sin límitesPor las circunstancias del hecho, los investigadores están convencidos de que el agresor de 23 años ingresó al dormitorio decidido a acabar con la vida de la persona que se encontraba en su interior.No le importó nada, que la mujer tuviera 82 años y menos, de su estado de vulnerabilidad, de indefensión.No trascendió el estado de salud de la abuela, pero hay precaución por su edad. Uno de los machetazos, que se presume fue efectuado con la parte plana, fractura el brazo derecho de la víctima.En el caso de la adolescente de quince años interviene la Justicia en lo Correccional y de Menores. El otro acusado, de 23, se las verá con la Justicia penal.





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