BERNARDO DE IRIGOYEN. Un milagro. Eso fue lo que pasó entre la noche del domingo y la madrugada del lunes en Bernardo de Irigoyen, donde un hombre intentó ejecutar a otro pero increíblemente el proyectil que llevaba la fecha y hora de la muerte para la víctima quedó alojado entre el cráneo y el cuero cabelludo, y sólo le provocó lesiones leves.Según pudo averiguar PRIMERA EDICIÓN, el increíble episodio fue el corolario de un enfrentamiento entre los dos hombres, vecinos entre sí, enemistados por una serie de denuncias de abuso vinculadas con los hijos de ambos.La Policía informó que el “vengador” no actuó solo, sino que lo hizo en compañía de tres cómplices. Todos huyeron después del ataque y al cierre de esta edición eran intensamente buscados por efectivos de la comisaría local y de la Unidad Regional XII de la Policía de Misiones.Desde el sector de Prensa de la fuerza provincial se informó que todo comenzó alrededor de las 23.40 del último domingo en una vivienda del barrio Tránsito Pesado de Bernardo de Irigoyen, a metros de la frontera seca con Brasil.En ese lugar, un hombre de 31 años compartía la noche con familiares y amigos cuando repentinamente se presentó en la escena uno de sus vecinos, de 33, acompañado de otros tres masculinos.El informe policial indica que, sin mediar palabra alguna, los recién llegados extrajeron diferentes armas y abrieron fuego contra el dueño de casa y sus invitados. Fue una balacera infernal, según consignaron otras fuentes vinculadas a la investigación.Efectivamente fue una “lluvia de plomo” en medio de la cual el principal acusado intentó ejecutar a su vecino en medio de lo que, consideran los investigadores, se habría tratado de una venganza. Es que la víctima aparentemente había denunciado meses atrás al hijo del “pistolero” por una supuesta serie de abusos en contra de su hija.Sin embargo, pese a las sangrientas intenciones, milagrosamente el “vengador” no logró su cometido. Es que el dueño de casa recibió un impacto de bala detrás del oído izquierdo, pero increíblemente el proyectil quedó alojado entre el cráneo y el cuero cabelludo, provocándole solamente lesiones leves.Esta situación se debe a que, según le explicaron a este diario especialistas en la materia, se trató de un proyectil calibre .38 que presumiblemente fue disparado a corta distancia y no alcanzó a tomar velocidad como para provocar mayor daño. Eso habría sido lo que le salvó la vida a la víctima, quien quedó algunas horas en observación en el hospital local y enseguida fue dada de alta.Tras el tremendo ataque, el impiadoso vecino y sus cómplices huyeron en la oscuridad de la noche. La Policía cree que escaparon en dirección al Brasil. Es que la Justicia ordenó una serie de allanamientos en las viviendas de los involucrados, pero allí ya no estaban.En esos procedimientos sí se encontraron algunas de las armas que habrían sido utilizadas. Se trata de un revólver calibre .22, un rifle del mismo calibre y varios cartuchos, junto a un estuche de otro arma de fuego.Desde la Unidad Regional XII se había solicitado apoyo a las autoridades brasileñas para dar con los autores del hecho. Mientras tanto, en Bernardo de Irigoyen, el pueblo seguía conmocionado y sin poder creer el milagro del hombre que volvió a nacer el domingo por la noche.





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