SAN CARLOS, Corrientes. Después de un fin de año complicado con el brote de rabia paresiante, que puso en riesgo a la producción ganadera de esta localidad, el trabajo conjunto de funcionarios municipales, provinciales y nacionales logró que la situación fuera controlada. Hoy se respira alivio en San Carlos, aunque se está en alerta, porque siempre acecha la posibilidad del rebrote.Producto de la enfermedad, que llegó a los animales por vía del ataque de los murciélagos vampiro, se perdieron unas 150 cabezas.La intendente Graciela Larraburu comentó a PRIMERA EDICIÓN que de la situación se supo cuando distintos productores contaron que habían empezado a perder vacunos que habían sido mordidos por estos pequeños mamíferos, que se mueven en grupos de hasta 100 ejemplares. “Entonces pusimos en marcha un operativo para controlar el foco. Trabajaron personal municipal, con apoyo del Gobierno provincial y profesionales del Senasa. Se logró un buen resultado por la rapidez con la que se actuó”, sostuvo.Además de aplicarle la respectiva dosis al rodeo del municipio (recorrieron todos los establecimientos de la zona), se inoculó a perros y a chanchos, que también pueden ser contagiados con la enfermedad.Una plagaDe acuerdo con un trabajo publicado en 2005 por la Universidad Nacional del Nordeste, “la rabia bovina (Paresiante o Desmodina) adquiere características de enfermedad Enzoótica en el NOA y NEA, involucrando a las provincias de Formosa, Chaco, Corrientes, Misiones, Salta, Jujuy, Tucumán, Santiago del Estero, Catamarca y Norte de Santa Fe, zonas de preferencia como hábitat del murciélago hematófago Desmodus rotundus, quien se alimenta del ganado bovino, equino, caprino, porcino, aves y en ocasiones de humanos, (forma accidental de contacto), dependiendo de la densidad poblacional y del desplazamiento de su fuente de alimentación”.“La prevalencia de la rabia transmitida por estos mamíferos se ha incrementado conforme ha aumentado el desarrollo de la ganadería en el país. Aunque se han realizado numerosos esfuerzos para controlar esta enfermedad en los animales domésticos, muchas de las medidas tomadas para el control han sido inadecuadas, lo que ha llevado a pérdidas económicas y al exterminio de otras especies de quirópteros, benéficas para los ecosistemas, sin necesariamente controlar el ciclo silvestre de la enfermedad. El murciélago vampiro (transmisor del virus de la rabia) es la especie más abundante en la región tropical y en nuestro país, el que se alimenta preferentemente de sangre de animales domésticos, es el responsable de apreciables pérdidas en la ganadería, ya sea directamente a través de la transmisión del virus de la rabia paralítica bovina o indirectamente al debilitar al animal por la ingesta de sangre (a razón de 20-30 ml por vampiro y por día), además de la pérdida de sangre por hemorragia persistente por acción de enzimas anticoagulante en su saliva y la subsecuente infección de las heridas”, añade el estudio de la casa de estudios con sede en Corrientes. El Servicio Nacional de Sanidad y Calidad Agroalimentaria (Senasa), por su parte, sintetizó la sintomatología que provoca, de la siguiente manera: “Los primeros síntomas que se notan en el ganado son, inquietud, falta de apetito, tendencia a aislarse y frecuentes vocalizaciones con un tono de voz diferente al habitual. Luego se observa depresión, deshidratación y dificultad postural y ambulatoria principalmente en el tren posterior; los animales caen con frecuencia al suelo y se levantan con dificultad, hasta que finalmente quedan postrados en decúbito lateral. Los animales caídos manifiestan movimientos de pedaleo y opistótonos que, por lo continuados, pueden dejar marcas en el suelo, micción gota a gota, deposición seca y dura y abundante salivación. Finalmente, aumenta la parálisis y la deshidratación, muriendo por esas causas entre los cuatro y los quince días posteriores al comienzo de los síntomas. La mayor o menor rapidez en morir depende de varios factores, principalmente del estado general del animal y del clima; los bien nutridos y los que caen en lugares sombreados o en tiempo de clima fresco sobreviven más tiempo que los débiles y que los que caen al sol durante el verano”.Larraburu detalló que el radio que afectó el brote fue de diez kilómetros, muy cerca de la zona urbana de San Carlos. También precisó que hasta las personas fueron vacunadas en el pueblo. Afortunadamente, no hubo ningún humano afectado por la rabia.“Un móvil de la Municipalidad recorre el sector afectado, con un empleado comunal y un veterinario a bordo para verificar que la situación esté controlada”, precisó la alcalde, quien agradeció la colaboración de la administración del gobernador Ricardo Colombi para encarar el trabajo.Detalló que fueron detectados y destruidos nidos de vampiros. Por ahora, volvió la calma a la localidad, pero siguen en estado de alerta. Otros problemas para resolverEl brote de rabia paresiante, que inquietó no sólo al área afectada, sino también al resto de Corrientes y a las provincias vecinas donde también se llevan a cabo actividades ganaderas, como Misiones, fue el primer problema serio de la gestión de Graciela Larraburu, electa intendente de San Carlos en las elecciones provinciales que se desarrollaron el 15 de septiembre en Corrientes.Sin embargo, la flamante administración también tiene otros delicados escenarios que resolver en este 2014, que la propia alcalde vaticina como un “año complicado”.Parque vial destruidoLarraburu indicó que se ha encontrado con un parque vial destruido, al que tiene proyectado recomponer en la medida en que le cierren los números para hacerlo.Además de la falta de maquinaria, apuntó que las instalaciones de las distintas dependencias comunales presentan serias falencias, que tiene que ir reparando.San Carlos, ubicada en el límite con Misiones y cerca de las ciudades de Gobernador Virasoro e Ituzaingó, tiene actualmente 5.500 habitantes. El grueso vive de la producción agrícola y ganadera.Larraburu, que al frente de la lista 380 “Encuentro por San Carlos” consiguió el 55% de los votos en los comicios en los que fue electa, remarcó que tiene una excelente relación con el Gobierno provincial y que en más de un tema ha trabajado en conjunto. Puntualizó que en este principio de año se encuentra abocada al análisis del estado de cuentas que le dejó la gestión que terminó el pasado 10 de diciembre. Y adelantó que trabaja en distintos proyectos que impulsará este año.Por último, afirmó que una de sus principales preocupaciones es el estado del sistem
a sanitario en el municipio.“No se atienden los partos y ni siquiera se hacen análisis ni ecografías. La situación es precaria. Cuando la complejidad del cuadro lo hace necesario, se organizan traslados a la ciudad más cercana y que cuenta con infraestructura, como Virasoro. O si el cuadro requiere de mayor tecnología, las derivaciones se hacen a Corrientes capital”, indicó la jefa comunal.





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