BUENOS AIRES (NA). Lanús venció anoche como local por 2-0 a Ponte Preta de Braisl y se coronó campeón de la Copa Sudamericana. El “Granate”, que había empatado 1-1 en el partido disputado en el estadio Pacaembú de San Pablo, fue claramente superior y obtuvo por segunda vez en su historia un certamen internacional, ya que había conquistado la Copa Conmebol en 1996.El volante paraguayo Víctor Ayala, a los 24 minutos del primer tiempo, y el delantero Ismael Blanco, sobre el cierre de la primera etapa (48 minutos) marcaron los goles que le permitió levantar la Copa al equipo dirigido por Guillermo Barros Schelotto.El partido comenzó bastante parejo, incluso el Ponte Preta tuvo una aproximación con un tiro libre de Fellipe Bastos que pasó muy cerca del palo derecho de Agustín Marchesín.Pero, con el paso del tiempo Lanús se hizo dueño del terreno y la pelota ante un equipo que jugó casi toda la etapa inicial en su campo. La primera aproximación importante del “Granate” llegó por intermedio de un remate de Víctor Ayala que pasó cerca luego de un desvío y, minutos después, el paraguayo abrió el marcador. Iban 24 cuando Ismael Blanco se escapó por la derecha, mandó el pase al medio y Ayala, que había comenzado la jugada, empujó la pelota hacia la red sin oposición. La respuesta de Ponte Preta nunca existió y cuando se iban al descanso Lanús aumentó la diferencia. Ayala ejecutó un tiro de esquina, Santiago Silva metió el cabezazo abajo, el arquero llegó a tapar y Blanco no desaprovechó el rebote para poner el 2 a 0 que hizo delirar a todo el estadio.El segundo tiempo en la “Fortaleza Granate” estuvo de más. Si bien la visita se adelantó en el campo de juego e insinuó en algunos pasajes inquietar a Agustín Marchesín, se quedó solo en el amago. Ni Rildo ni Leonardo gravitaron en el ataque, Fellipe Bastos no fue el conductor que el equipo de Jorginho necesitaba y así, las posibilidades de Ponte Preta de llegar a descontar se fueron diluyendo. Los conducidos por Guillermo Barros Schelotto, sin brillar en ofensiva, fueron quienes tuvieron las chances de aumentar el marcador. A los 26 minutos, Blanco exigió a Roberto Tigrao, quien respondió muy bien, y a los 36 minutos el arquero volvió a lucirse ante un remate de Diego González que tenía destino de red.Los minutos pasaban, el fervor crecía y el estadio del sur del conurbano bonarense era una verdadera fiesta porque el título ya estaba en el bolsillo.Jugando un muy buen primer tiempo, Lanús logró sacar una diferencia inalcanzable y coronó su muy buen campeonato con el título. Fue el segundo lauro a nivel internacional para la institución del sur, luego de la Copa Conmebol conquistada en 1996. Todavía le queda otra ficha (buscará el Torneo Inicial), pero hasta el domingo hay tiempo para seguir festejando.
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