BUENOS AIRES (Medios digitales). Fernando Rafael Moreno o Martín Ricardo Araya. El primero es el nombre real del preso que protagonizó la fuga más escandalosa de la semana. Y el segundo, el que eligió cuando fue detenido y alojado en el Complejo 2 de Marcos Paz, donde hace un par de meses también se escapó. Moreno, de treinta años, es el convicto que, con ayuda de cómplices, saltó de una ambulancia y se subió una moto cuando era trasladado desde el penal de Devoto al Hospital Vélez Sarsfield. Es un interno con graves problemas de conducta. Según pudo saber el sitio Online-911, el 22 de noviembre pasado el Juzgado Nacional en lo Criminal N° 37 ordenó que Moreno sea alojado en el penal de Villa Devoto por un pedido del preso, y en el documento aclaró que el interno no deseaba ser alojado en Marcos Paz porque “temía por su seguridad”. Un días después, Moreno fue trasladado desde la Unidad 28 a la Unidad 2 de Devoto. En el acta que el interno firmó manifestó tener problemas con otros internos alojados en los penales de Ezeiza y Marcos Paz. Moreno, que también tiene causas en otros dos juzgados, vive en la Villa 21 Barracas. Según fuentes consultadas por ese portal, el plan de fuga fue ideado con mucha anticipación. Los hombres que rescataron a Moreno en un golpe comando “estuvieron dos días” en el hospital, esperando la llegada de su compañero. En total participaron al menos siete personas. Se fueron en un auto y una moto. Los voceros confiaron que aquel día (lunes a la noche) el evadido escapó con sus manos esposadas (aunque los médicos dijeron lo contrario) pero que uno de los delincuentes le robó las llaves a uno de los guardias. Otro dato llamativo es que las cámaras de seguridad instaladas en el hospital no pudieron documentar la fuga: según explicaron, las cámaras filman pero no graban. Conclusión, no hay video. La herida por la cual habían traído al detenido era superficial a la altura del tórax, por lo que ahora se cree que en realidad se la pudo haber provocado a propósito en la cárcel para tener un motivo para el traslado. El personal del hospital contó que siempre a los presos los trasladan esposados, pero en este caso venía con las manos liberadas.De película Fernando Moreno se fugó durante un traslado desde la cárcel hacia el hospital Vélez Sarsfield, en la ciudad de Buenos Aires. Cuando bajaban al detenido de la ambulancia una mujer y un hombre armados sorprendieron a los custodios: los amenazaron y les robaron las armas. Otros dos cómplices abordaron al chofer y al médico. El conductor contó que uno de los hombre le puso un arma en la cabeza y gatilló pero no salió la bala. “Estoy vivo de milagro”, contó. Los delincuentes rescataron a Moreno y escaparon en una moto y un auto blanco. La jefa de guardia del hospital, Judith Arcusín, aseguró tras el hecho que todos los trabajadores de ese centro asistencial están “muy perturbados y con miedo” tras el episodio de esa noche”. Si bien aclaró que no se pueden negar a ir a buscar a un preso herido o con necesidades de atención médica a la cárcel, Arcusín dijo que “tal vez lo que se pueda exigir es que los detenidos no vengan al hospital. Tengo entendido que en el penal hay una infraestructura que no se está utilizando”.




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