POSADAS. Juan La Cruz tiene 33 años y vive en el límite entre Posadas y Garupá, en el barrio 10 de Junio, que corresponde al municipio capitalino. El domingo vivió una de las peores mañanas de su vida. Ayer por la mañana, mientras esperaba la ayuda que se demoraba en llegar, contó a PRIMERA EDICIÓN que los granizos lo habían golpeado, pero que lo importante era que no habían lastimado a su mujer embarazada ni a su hijo de siete años.“Fue como una ametralladora, que fue perforando todo mi techo. El ruido, el viento, las piedras. Fueron unos minutos interminables. Cuando me di cuenta que la cosa se ponía cada vez más fea, agarré a mi gente y salí corriendo a la casa de un vecino”. El hombre remarca que ese conocido recibió en su vivienda, una de las más seguras del vecindario, a muchos desesperados que buscaron cobijo ante el castigo llegado desde el cielo.“Perdimos todas nuestras cosas. Yo vivo de changas, hago trabajos de albañilería y en los mejores días, recaudo 120 pesos”, añadió.La Cruz aseguró que “hace cinco años que estoy anotado en el ‘Mejor Vivir’ para poder mejorar mi techo y hasta ahora nunca pasó nada. Me da bronca que en tiempo de elecciones los políticos se acercan y ahora nadie se acuerda de nosotros”. Contó que en medio de la angustia post-temporal, le sugirieron que tenía que cortar alguna ruta para que le hagan llegar asistencia. “Pero eso no es lo mío. Yo quiero que me ayuden porque es la obligación del Estado darle una mano a las personas que pasamos necesidades, sobre todo en estas circunstancias”, sostuvo. La mujer de La Cruz está embarazada de seis meses. Tanto ella, como el bebé y el nene de siete salieron ilesos.Un drama parecido al de Juan lo vivió Karina Rivero, que reside en el barrio Ex Hipódromo, un asentamiento muy humilde ubicado en el municipio de Garupá, cerca del acceso Sur y detrás de los barrios Virgen de Fátima y Ñu Porá.Allí se desbordó un arroyo sin nombre y arrastró varias casillas.“Hay muchos chicos, hasta bebés de días, entre los damnificados. Desde entonces y hasta ahora, apenas se presentó Defensa Civil”, sostuvo ayer al mediodía, mientras cortaba la ruta 12, a la altura de transportes Avelli junto a sus vecinos.“Mojados, con lo que pudimos rescatar, pasamos la noche en el SUM del barrio Fátima. Los alimentos y las mantas las aportaron los vecinos de ese barrio”, remató indignada.




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