PUERTO IGUAZÚ. Una maratónica reconstrucción de casi doce horas se llevó a cabo en las últimas horas en Puerto Iguazú, en la investigación por la muerte de Pablo Cardozo (63), en julio pasado. El procedimiento habría comprometido la situación de los seis policías acusados de “incumplimiento de los deberes de funcionario público, abuso de autoridad y apremios ilegales”.Así lo confirmaron las fuentes a PRIMERA EDICIÓN, quienes aseguraron que dicha medida apuntó a los uniformados al menos por negligencia, sin descartarse que también puedan haberse excedido en lo físico con la víctima fatal.El caso es investigado por el magistrado Juan Pablo Fernández Rissi, al frente del Juzgado de Instrucción 3 de Puerto Iguazú, quien cuenta con la colaboración del equipo de la Secretaría de Apoyo para Investigaciones Complejas (Saic) del Poder Judicial, encabezada por el letrado Fernando Castelli.La reconstrucción comenzó minutos antes de las 18 del último miércoles sobre avenida República Argentina, en el lugar exacto en el que en la tarde del lunes 22 de julio de este año efectivos del Comando Radioeléctrico de esa ciudad detuvieron a Cardozo.Según la versión policial, el hombre se encontraba alcoholizado y durmiendo en plena vía pública, por lo que los efectivos lo arrestaron y trasladaron hasta la guardia de la comisaría seccional Segunda de esa ciudad.Tras las pericias realizadas en la vía pública, ya entrada la noche la comisión encabezada por Fernández Rissi y Castelli se dirigió hacia dicha dependencia con el fin de reconstruir el paso de la víctima por el lugar.Después del trabajo en ese escenario, la comisión investigativa llegó hasta la Unidad de Resguardo de Detenidos de la Unidad Regional V de Puerto Iguazú, donde Cardozo presuntamente permaneció tras las rejas hasta el día siguiente, cuando fue entregado a sus familiares en estado desesperante.En ese lugar, después de varias horas, finalmente se cerró la reconstrucción. Fue cerca de las 6 del jueves, después de prácticamente doce horas de trabajo por parte de los detectives y los funcionarios de la Justicia.Las fuentes informaron que el procedimiento complicó la situación de los seis policías acusados, ya que se llegó a la conclusión de que Cardozo habría alcanzado a pedir auxilio a los efectivos de guardia, pero nunca nadie se dignó a pedir presencia médica.Esa arista se sumó a la declaración de otras personas que se encontraban detenidas aquel día, quienes con sus testimonios comprometieron aún más a la guardia policial.El caso se conoció mediante la denuncia que radicaron los familiares de la víctima, quienes al recibir a Cardozo de manos de la Policía el martes 23 de julio, un día después de su detención, notaron que tenía evidentes hematomas en distintas partes del cuerpo.La familia llevó entonces al changarín hasta el hospital Samic de Puerto Iguazú, donde los médicos diagnosticaron fractura de cráneo y politraumatismos graves en distintas partes del cuerpo.Debido a su grave estado de salud, Cardozo fue derivado de urgencia al Hospital Escuela de Agudos Ramón Madariaga de Posadas.La víctima permaneció internada en ese centro asistencial hasta el viernes 19 de julio, cuando finalmente fue dado de alta. Sin embargo, de regreso en Iguazú, Cardozo sufrió una recaída y fue internado nuevamente en el Samic, donde lamentablemente falleció el jueves 25 de julio.Luego de la denuncia de la familia, Fernández Rissi ordenó a Gendarmería el secuestro de los libros de guardia de la Segunda y de la Unidad de Resguardo. El magistrado descubrió así una serie de gravísimas irregularidades, como por ejemplo que los uniformados alojaron a Cardozo en una celda sin que se le realice la revisión médica correspondiente.Además, tampoco notificaron a la Justicia penal o a las autoridades contravencionales sobre su detención, una clara falta que hace recordar los oscuros años negros que vivió la Argentina décadas atrás.Semanas atrás, la autopsia realizada al cuerpo de Cardozo reveló que el motivo de la muerte fue accidente cerebrovascular. Se busca establecer ahora si los golpes que recibió en la cabeza tuvieron que ver con ese desenlace.Sobre los seis efectivos sospechados se inició un sumario interno y ahora la Justicia investiga si fueron ellos quienes le propinaron la salvaje e inexplicable golpiza al changarín. Lo que parece haber confirmado la reconstrucción es que Cardozo pidió ayuda desde su celda, pero nadie, increíblemente, acudió en su auxilio.




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